La NASA pondrá en órbita una estrella artificial

Una misión de la NASA, primera en su tipo, tiene como objetivo colocar una nueva “estrella” en el cielo para finales de la década para ayudar a resolver una amplia gama de los mayores misterios del universo, anunciaron los científicos. Se trata de la recientemente anunciada Misión Espacial Landolt cuyo objetivo es lanzar un satélite del tamaño de una tostadora que imitará las estrellas iluminando láseres directamente en telescopios terrestres. Esto permitirá a los astrónomos afinar instrumentos y potencialmente revolucionar la forma en que estudiamos el universo.

El lanzamiento se producirá a principios de 2029, explicó Peter Plavchan, astrónomo de la Universidad George Mason en Virginia e investigador principal de la misión. La falsa estrella se ubicará exactamente a 35.785 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, según un comunicado de los investigadores. Esto colocará al satélite en una órbita geosincrónica alrededor de nuestro planeta, lo que significa que su velocidad coincidirá con el giro de la Tierra, por lo que parecerá estar fijo en su lugar en el cielo nocturno.

Desafortunadamente, no todos podremos ver la nueva estrella en el cielo nocturno. “Será más de 100 veces demasiado débil para verlo con el ojo humano, pero será fácil de ver con telescopios de tamaño moderado equipados con cámaras digitales”, añade Plavchan.

El proyecto probablemente contará con un equipo de unas 30 personas y se estima que costará alrededor de 19,5 millones de dólares y persigue ayudar a los astrónomos a calcular la calibración del flujo absoluto de estrellas distantes. Este flujo es la medida de la tasa de partículas de luz, o fotones, que emiten las estrellas, una medida difícil de determinar con precisión actualmente. Esto se debe en parte a que la interferencia atmosférica altera la luz observada por los telescopios terrestres, pero también a que no existen puntos de referencia reales para la calibración del flujo absoluto, aparte del Sol.

Debido a que los investigadores pueden controlar la producción de fotones de su satélite artificial, la estrella falsa proporcionará un punto de referencia confiable para que los telescopios la comparen con estrellas reales. Es de esperar que esto ayude a los astrónomos a determinar la capacidad de flujo absoluto de una estrella en alrededor del 0,25% de su valor real, lo que es aproximadamente 10 veces más preciso que las estimaciones actuales.

Es raro que una misión espacial involucre tecnologías de superficie y orbitales unidas de esta manera, dijo Plavcham. “Este es el primer ejemplo moderno de lo que se considera una misión híbrida que requiere el uso de instalaciones tanto en tierra como en el espacio, trabajando juntas para realizar mediciones”.

Los investigadores creen que poder medir el brillo y la distancia de las estrellas con mayor precisión generará enormes beneficios para múltiples campos de la astronomía. Por ejemplo, podría ayudar a detectar más exoplanetas alrededor de estrellas alienígenas, al mismo tiempo que determina la edad de una estrella y cómo otras similares han evolucionado con el tiempo.

Otro objetivo importante de la misión Landolt es ayudar a los científicos a estudiar la energía oscura y determinar con precisión la tasa de expansión del universo, que actualmente es uno de los mayores problemas de la cosmología.

Fuente: https://www.larazon.es/


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