La NASA lanza su arma secreta para encontrar agua en la Luna
El agua ha sido siempre la pieza faltante en el rompecabezas de la exploración lunar. Sin ella, cualquier intento de colonización enfrenta desafíos casi imposibles de superar. Pero, ¿y si la Luna ya tuviera agua en cantidades aprovechables?
La NASA ha dado un paso clave en esta búsqueda con el lanzamiento del Lunar Trailblazer, un satélite compacto pero equipado con tecnología de vanguardia. Su misión: encontrar, mapear y analizar el agua en la Luna con un nivel de detalle nunca antes logrado. De su éxito podría depender el futuro de la exploración espacial y los planes de establecer bases permanentes en la superficie lunar.
Lunar Trailblazer: el detective del agua espacial
El 26 de febrero, un cohete Falcon 9 de SpaceX despegó con una carga especial a bordo. Entre los equipos científicos transportados, Lunar Trailblazer destaca como una herramienta clave en la nueva era de la exploración lunar.
Este satélite es parte del programa SIMPLEx de la NASA, que apuesta por misiones de alto impacto a bajo costo. A pesar de su tamaño, similar al de un lavavajillas, Lunar Trailblazer tiene el potencial de responder una de las preguntas más importantes sobre nuestro satélite natural: ¿dónde está el agua y en qué forma se encuentra?
Para lograrlo, está equipado con dos instrumentos de última generación:
• HVM3 (High-resolution Volatiles and Minerals Moon Mapper): un espectrómetro infrarrojo diseñado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Detectará la presencia de diferentes formas de agua en la superficie lunar.
• Lunar Thermal Mapper (LTM): un generador de imágenes desarrollado por la Universidad de Oxford y financiado por la Agencia Espacial del Reino Unido. Su función es medir las propiedades térmicas del terreno lunar, ayudando a comprender cómo cambia el agua con el tiempo.
Según Bethany Ehlmann, investigadora principal de la misión, estos datos serán cruciales no solo para la ciencia planetaria, sino también para las futuras misiones tripuladas que necesitarán aprovechar los recursos lunares.
Las trampas de frío del Polo Sur lunar: ¿Un tesoro oculto?
Uno de los objetivos más intrigantes de Lunar Trailblazer es explorar las regiones más sombrías del Polo Sur lunar, conocidas como trampas de frío. Estos cráteres han permanecido en oscuridad absoluta durante miles de millones de años, lo que los convierte en depósitos naturales donde el hielo podría haberse acumulado sin evaporarse.
El HVM3 está diseñado para detectar agua en estos lugares a partir de la poca luz reflejada por las paredes de los cráteres. Si confirma la existencia de reservas significativas de hielo, las futuras colonias lunares podrían extraer agua directamente de la superficie, evitando los costos astronómicos de transportarla desde la Tierra.
Un viaje desafiante con una trayectoria inesperada
Llegar a la Luna no será inmediato. Lunar Trailblazer seguirá una ruta poco convencional, utilizando la gravedad del Sol, la Tierra y la Luna para realizar una transferencia de baja energía. Este método le permitirá llegar a su órbita científica con el mínimo consumo de combustible, una estrategia clave para misiones compactas como esta.
Este enfoque innovador no está exento de riesgos, pero si tiene éxito, marcará un nuevo estándar en la exploración lunar de bajo costo.
Un cambio de juego en la exploración espacial
El descubrimiento y aprovechamiento del agua en la Luna es una de las claves para la exploración del espacio profundo. Con los datos que recopile Lunar Trailblazer, la NASA podrá diseñar estrategias más eficientes para misiones tripuladas a largo plazo e incluso para el desarrollo de bases lunares autosuficientes.
El pequeño satélite aún tiene un largo camino por recorrer antes de entregar sus primeros resultados, pero si cumple su misión, podría cambiar para siempre la manera en que exploramos el cosmos.
Fuente: https://es.gizmodo.com/