La NASA detectó un nuevo tipo de luz solar y estas son las consecuencias para la Tierra

Los seres humanos somos tan diminutos, que nunca alcanzaremos a ver toda la luz que emite el Sol. Sin embargo, la tecnología espacial nos permite acercarnos a cómo es y cuál es su naturaleza realmente. Recientemente, la NASA reveló un mosaico que procesó con el Conjunto de Telescopios Espectroscópicos Nucleares (NuSTAR), en el que se muestra un nuevo tipo de luz solar nunca antes detectada por la ciencia.

Entre las tareas diarias de NuSTAR, se encuentra la observación de agujeros negros masivos, estrellas moribundas y vistazos del espacio profundo. Sin embargo, también ha brindado información inédita sobre el astro central del Sistema Solar. En este caso, sobre un espectáculo que había permanecido oculto a la mirada humana: las nanollamaradas solares. Así funciona.

¿El Sol está cambiando realmente?

Hace 2 mil 500 años, decía Heráclito que lo único constante es el cambio. Y esto también aplica para el Sol. Parece ser que la tecnología de NuSTAR detectó una serie de rayos X de alta energía, que se presentan sólo en pocos lugares de la atmósfera de la estrella. Otros telescopios sólo detectan estos rayos de baja energía, mientras que algunos más sólo la luz ultravioleta, que se emite sobre toda la faz del Sol.

Con las observaciones de estos telescopios, la NASA consiguió una serie de fotografías que unió en un mismo mosaico. Esta imagen está compuesta de los diferentes tipos de luz que emite el Sol, según cómo lo captan diferentes observatorios. Sin embargo, la tecnología de NuSTAR podría ayudar a los astrónomos a entender por qué la corona solar, que corresponde a la atmósfera exterior, alcanza más de un millón de grados centígrados (más de 100 veces más caliente que la superficie).

Los desprendimientos de energía regulares no pueden mantener a la corona con estas temperaturas tan elevadas. Sin embargo, las nanollamaradas suceden con mucha más frecuencia: «tal vez con la frecuencia suficiente para calentar colectivamente la corona«, documenta la NASA.

La luz resplandeciente del Sol opaca la aparición de nanollamaradas individuales, porque son muy débiles a comparación de toda la luminosidad del astro. Sin embargo, NuSTAR puede detectar la luz del material de alta energía. Especialmente, cuando se producen varios de estos nanodestellos seguidos. Por esta razón, en la agenda de los científicos a cargo del estudio está entender con qué frecuencia ocurren y cómo liberan energía.

¿Las nanollamaradas solares afectan a la vida en la Tierra?

Nuestro planeta está recubierto de una coraza natural, conocida como campo magnético. Gracias a este recubrimiento, la vida como la conocemos en la Tierra es posible, ya que desvía las partículas cargadas de energía que emite el Sol con sus llamaradas masivas. A estos eventos se les conoce como tormentas geomagnéticas, y azotan cada cierto tiempo a todos los objetos en el Sistema Solar.

Un ser humano no podría sobrevivir al impacto de una llamarada solar sin la protección del campo magnético terrestre. De hecho, ningún ser vivo que habite en el plante podría hacerlo. Tan es así, que flotillas enteras de satélites artificiales han quedado prácticamente inservibles cuando se encuentran con la fuerza de estos eventos naturales.

Las nanollamaradas en la corona solar son verdaderamente pequeñas en comparación a los desprendimientos de energía que destruyen satélites artificiales. Por lo cual, no representan una amenaza para la vida en la Tierra en lo absoluto.

Fuente: https://www.ngenespanol.com/


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