La luna llena no existe
La obsesión humana por clasificarlo todo en cajas mentales con unas etiquetas u otras hace que a veces pasemos por alto sutilezas de lo más interesantes. El concepto de especie animal por ejemplo, se resiste a ser definido con exactitud. Si bien es trivial distinguir entre una gaviota y un pino, resulta increíblemente complicado establecer una distinción contundente entre las diferentes especies de gaviota o de pino. Esto ocurre en muchos ámbitos del saber humano, no solo en las ciencias, y un ejemplo fantástico de ello es el hecho de que la luna llena no existe. Podemos afirmar con firmeza que nadie jamás ha visto una luna llena. Pero entender esto antes hace falta ponerse de acuerdo en qué significa exactamente que la Luna esté llena o no.
En su órbita alrededor de la Tierra, la Luna va ocupando diferentes posiciones con respecto al Sol. A veces se encuentra más cercana a la estrella que nuestro planeta y a veces se encuentra más lejana. En momentos muy puntuales se encuentra justo al lado de la Tierra, ni más cerca ni más lejos al Sol que ésta. Durante esa órbita desde la superficie terrestre veremos una parte u otra de la superficie lunar iluminada. Llamamos luna nueva al momento en el que satélite y estrella ocupan el mismo punto aproximado en el cielo, momento en que la Luna se muestra completamente oscura. De forma similar llamamos luna llena al momento en que el satélite se encuentra en el punto opuesto del cielo que el Sol. En este momento la iluminación de la superficie lunar vista desde la Tierra será máxima, porque el Sol estará dándole “de frente”.
Sin embargo la luna llena ocurre en un momento muy preciso. Como podemos consultar en multitud de calendarios lunares, la próxima luna llena tras la publicación de este artículo ocurrirá el 29 de septiembre y la siguiente tendrá lugar el 28 de octubre. Pero puesto que la luna llena se produce cuando nuestro satélite ocupa el punto exactamente opuesto al Sol en el cielo no durará un día concreto. En estos calendarios lunares podemos averiguar también la hora y el minuto en el que ocurrirán estas efemérides lunares. La del 29 de septiembre tendrá lugar a las 11:57 hora peninsular española mientras que la del 28 de octubre ocurrirá a las 22:24. Podríamos incluso afinar más y calcular el segundo en el que tendrá lugar. A pesar de todo, esta información nos dice cuándo la luna alcanzará su brillo máximo pero no cuándo sucederá la luna llena porque, como ya hemos dicho, es un fenómeno que no existe.
La luna llena sería el momento en el que el disco de la Luna se ilumina al 100 % al recibir la luz del Sol completamente de frente vista desde la Tierra. Pero para que eso ocurra, la Luna debe situarse exactamente “detrás” de la Tierra. Cuando lo haga, el planeta, con un radio casi 4 veces mayor que el del satélite, tapará completamente la luz del Sol, impidiendo que tenga lugar esa luna llena.
Una pregunta lógica llegados a este punto sería la de ¿y por qué no ocurre un eclipse lunar en cada órbita? ¿Por qué no vemos un eclipse cada día de luna llena? Esto es así porque las órbitas de la Tierra alrededor del Sol y de la Luna alrededor de la Tierra no están perfectamente alineadas. La órbita de la Luna concretamente está inclinada unos 5º con respecto a la de la Tierra. Eso tiene como consecuencia que la mayoría de las órbitas no se produce el alineamiento necesario para provocar un eclipse (ni lunar ni solar). Aún así, se producen unos cuatro eclipses al año, dos solares y dos lunares, en los que la alineación entre los tres astros es suficiente como para provocar cierto bloqueo de la luz del Sol por parte de la Tierra o la Luna. Es bastante común que estos eclipses se produzcan por parejas, uno de cada tipo, como ocurrirá por ejemplo en octubre. Tendremos eclipse solar el 14 de octubre y lunar el día 28.
A pesar de que la luna llena, técnicamente hablando, no exista, no sucede lo mismo con la luna nueva. Este fenómeno sí podemos observarlo, aunque no todos los meses. La luna nueva se definiría cuando la Luna y el Sol ocupan exactamente la misma posición en el cielo, pero es que esa es precisamente la condición necesaria para que ocurra un eclipse solar. Cuando ambos astros coinciden, la Luna bloquea completamente la luz del Sol y observamos un eclipse. Solo en esas ocasiones y en ese preciso momento podremos decir que el disco lunar está iluminado en un 0 %. El resto de lunas llenas que sucedan a lo largo del año siempre habrá un mínimo resquicio del disco lunar que permanezca iluminado, aunque en general será demasiado pequeño como para distinguirlo además de que ocurrirá demasiado cerca del Sol como para que sea cómodo observarlo.
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