La ciencia detrás de las misteriosas tormentas de Saturno que duran más de 100 años
Si crees que el clima en tu ubicación es impredecible, imagina estar en Saturno, donde las tormentas pueden rugir durante más de un siglo. Aunque la Gran Mancha Roja de Júpiter es la tormenta más famosa del Sistema Solar, Saturno también alberga tormentas dramáticas que pueden durar mucho tiempo, y recientes investigaciones están arrojando luz sobre el fenómeno.
Un estudio publicado en la revista “Science Advances” revela cómo los astrónomos han empleado telescopios terrestres, como el Very Large Array (VLA), para estudiar la atmósfera de Saturno.
Como explica Slash Gear, el VLA, un conjunto de antenas más pequeñas que trabajan en conjunto como un telescopio gigante, observa en la longitud de onda de radio para analizar las características de la atmósfera del planeta.
Aunque los científicos sabían que Saturno experimentaba tormentas masivas cada pocas décadas, las causas detrás de estos eventos seguían siendo un enigma. Las investigaciones recientes han permitido a los astrónomos analizar la atmósfera de Saturno y observar parches de amoníaco que coexisten con hidrógeno, helio, agua y metano.
La clave del amoníaco
Dado que el amoníaco bloquea las ondas de radio, puede ser detectado claramente en imágenes de radio como las capturadas por el VLA.
Cheng Li, autor principal del estudio y miembro de la Universidad de Michigan, señala: “Comprender los mecanismos detrás de las tormentas más grandes del Sistema Solar coloca la teoría de los huracanes en un contexto cósmico más amplio, desafiando nuestro conocimiento actual y expandiendo los límites de la meteorología terrestre”.
Los investigadores pudieron examinar la concentración de amoníaco en diferentes capas de la atmósfera de Saturno. Descubrieron que, mientras que las capas intermedias contenían una pequeña cantidad de amoníaco, se encontró una mayor concentración más cerca del planeta. Esto sugiere la existencia de un sistema que transporta el amoníaco a través de las diferentes capas atmosféricas.
El estudio reveló que los niveles de amoníaco estaban vinculados a mega tormentas en el pasado de Saturno. Se cree que el amoníaco podría moverse a través de la atmósfera debido a procesos similares a la evaporación y precipitación, comparables a cómo el agua se evapora en las nubes antes de caer como lluvia en la Tierra.
Los investigadores también encontraron evidencia de tormentas pasadas que dejaron huellas detectables en la atmósfera, algunas de las cuales datan de cientos de años. Además, se destacó que a pesar de que Saturno y Júpiter son planetas gigantes gaseosos, sus atmósferas son notoriamente diferentes en dinámica, lo que demuestra que aún tenemos mucho por aprender sobre estos fascinantes mundos en nuestro Sistema Solar.
Fuente: https://www.fayerwayer.com/