Jóvenes de todo el mundo van a Barcelona a aprender los secretos de la cocina

Barcelona.- Motivados por el fenómeno de Ferrán Adrià y otros maestros de la cocina, la ciudad atrae a cientos de jóvenes del resto de España y de todo el mundo, dispuestos a aprender los secretos de los fogones.

Mike llegó a Barcelona con un sueño: aprender a cocinar como los grandes y abrir su propio restaurante de alta cocina. ‘Barcelona es la capital de los cocineros’, dice.

Salió de su natal Ecuador apenas terminados sus estudios de secundaria y se inscribió en la Eshob, la escuela de cocina del gremio de hoteleros de Barcelona, una de las más grandes de la ciudad.

‘Cuando era pequeño, ayudaba a mi abuela a cocinar y poco a poco ella me fue explicando los ingredientes y las técnicas’, cuenta.

‘A mí también siempre me gustó cocinar desde pequeña’, explica marina, una oriunda de Barcelona que comparte aulas en la Eshob con Mike.

Sus historias son parecidas a las de los otros jóvenes que se pueden ver en cualquiera de las cinco cocinas, dos restaurantes y decenas de aulas de la Eshob.

‘Tenemos 500 estudiantes de todas partes en todas nuestras líneas de formación’, le dijo a BBC Mundo Iñaki Gorostiaga, el director de la escuela.

El futuro es dulce

Al igual que la Eshob, otras escuelas de cocina de Barcelona están llenas de estudiantes provenientes de todas partes del mundo.

‘Lo que aprendes aquí no lo puedes aprender en ningún otro lugar’, explica Joana, que vino desde Portugal a estudiar pastelería con uno de los maestros más reconocidos del oficio, Jordi Butrón.

Butrón dirige Espai Sucre, un nombre que comparten su escuela de repostería y su restaurante de postres, ambos ubicados en el corazón del centro histórico de Barcelona.

En el salón de clases (una cocina con 12 estaciones de trabajo y toda suerte de utensilios), un estudiante mexicano y su compañero colombiano debaten sobre la mejor forma de ensamblar el postre que acaban de diseñar juntos. Su profesor, Walter Voigt, es argentino.

‘Hay brasileños, mexicanos, ecuatorianos, chilenos, italianos, canadienses…’, le explica Butrón a BBC mundo, quien atribuye el éxito de su escuela a la gran tradición de maestros de la repostería y sobre todo del chocolate que hay en Barcelona.

Muchos de los que estudian en esta escuela buscan especializarse en un área poco tradicional pero que puede llegar a tener gran demanda en las cocinas del futuro.

‘El chef de postres es una especialidad poco conocida, pero que en el futuro va a ser tan importante como el chef de comida salada’, comenta otro de los estudiantes.

Un buen momento

Mientras da instrucciones a sus ayudantes, el chef Hug Plá, del restaurante Kaiku, en el distrito turístico de Barceloneta, habla ilusionado de su oficio y les advierte a los jóvenes que ‘hay que trabajar mucho y muy duro’.

Nacido en una familia de médicos, Plá le cuenta a BBC mundo que les dio muchos dolores de cabeza a sus padres cuando les dijo que pensaba dedicarse a la cocina. Y asegura que, hoy, muchos en su familia envidian su estilo de vida.

Para este chef veterano, el fenómeno de Adriá y su restaurante ‘El Bulli’ han contribuido enormemente a atraer jóvenes aspirantes a cocineros hacia Barcelona.

‘Ferrán es el maestro. Gracias a él, todo el mundo está viniendo a Barcelona y trayendo nuevas ideas desde todas partes del mundo. Definitivamente, es un buen momento para estudiar cocina en Barcelona’, afirma.

Sin embargo, Mike, el ecuatoriano aspirante a chef con Estrellas Michelin, no comparte este optimismo. Está consciente de que hay una gran crisis económica y que sólo el año pasado el sector perdió 40,000 puestos de trabajo.

‘Veo muy difícil abrir un restaurante propio, tal como están las cosas ahora. Hay demasiados costos en maquinaria y otros gastos si quieres ser considerado un buen restaurante’, afirma.

Pero entre los restauradores y hoteleros parece haber razones para el optimismo. Los levantamientos en el mundo árabe han desviado parte del turismo hacia España. Los expertos calculan que en 2011 habrá un crecimiento de al menos 3%.

Un dato más. Iñaki Gorostiaga, el director de Eshob, asegura que le están pidiendo más profesionales de los que la escuela puede graduar. ‘estudiar cocina sigue siendo una de las mejores decisiones que puede tomar una persona joven’, concluye.


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