Joven murió atragantado con comida a bordo de un avión que salió de Singapur

Madrid.- El pasado viernes Robert Rippingale y Vanessa Preechakul regresaban a Auckland (Nueva Zelanda) desde Singapur. Sin embargo, sólo Vanessa llegó con vida a su país natal. Su novio se atragantó con la comida en pleno vuelo y murió atragantado apenas noventa minutos después de despegar.

Inicialmente, la joven no se dió cuenta de la gravedad de la situación. Vanessa pensó que las convulsiones de su novio eran porque se estaba riendo fuerte, pero cuando vio que sus ojos se tornaban blancos y sus labios se tornaban de color morado avisó a la tripulación. Un doctor y dos enfermeras que iban a bordo intentaron salvar sin éxito la vida de su pareja.

Para minimizar el impacto del fallecimiento sobre el resto de los pasajeros, la tripulación del vuelo decidió trasladar el cuerpo sin vida del joven a un lugar más apartado y ocultarlo detrás de unas cortinas. Su novia, pese a todo, decidió quedarse con el infortunado viajero y pasar las nueve horas restantes sentada junto al muerto, tal como ha informado el diario The Sun.


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