Italia en alerta por explosiones en embajadas de Chile y Suiza

Roma.- Un grupo anarquista italiano se adjudicó ayer la responsabilidad por el envío de paquetes-bomba que hirieron a dos personas en las embajadas de Chile y Suiza en Roma, un recordatorio de las amenazas de origen local, en momentos de inestabilidad en Europa.

Un hombre de nacionalidad suiza resultó herido de gravedad y fue llevado a un hospital, mientras que César Mella, empleado en la embajada chilena, sufrió algunas lesiones menores.

Adherida a la ropa de éste se encontró una nota donde la Federación Anárquica Informal (FAI) se atribuía el ataque. “Decidimos hacer oír nuestra voz nuevamente con palabras y hechos. Destruyamos el sistema de dominación, viva la FAI, viva la anarquía”, decía la nota.

Los incidentes fueron similares a un episodio ocurrido el mes pasado en Grecia, donde activistas de extrema izquierda enviaron paquetes-bomba a gobiernos y embajadas extranjeras en Atenas. De hecho, en la nota de ayer la FAI expresó su “solidaridad revolucionaria” con los “compañeros prisioneros y los grupos que en Grecia, Chile, México, España, Argentina y cualquier otro lugar atacan sin parar, levantando cada vez más el objetivo”.

La sigla FAI apareció por primera vez en 2003 para atribuirse el envío del paquete-bomba al ex presidente del gobierno de Italia Romano Prodi, que entonces era presidente de la Comisión Europea. Servicios de inteligencia italianos dijeron en un reporte al Parlamento en 2009 que la FAI era “la principal amenaza terrorista nacional de tipo anarquista-insurreccionista”.

El canciller italiano Franco Frattini condenó los incidentes, que dijo eran una grave amenaza a las misiones diplomáticas en Roma, pero advirtió contra las reacciones alarmistas.

Se halló también un paquete sospechoso en la embajada ucraniana, que luego fue descartado. En Berna, capital suiza, fue desalojada parte de la embajada de la Unión Europea tras el hallazgo de un paquete sospechoso que terminó siendo un regalo de Navidad, según la policía.

En Noruega, la estación de tren de Gardermoen, junto al aeropuerto internacional de Oslo, fue cerrada unas horas tras encontrarse una nota con una amenaza de bomba. No se encontró ningún artefacto.


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