Irlanda culpa a España del mayor desastre aéreo del país en 50 años
Dublín â Irlanda.- El departamento de Transporte del Gobierno irlandés ha hecho las conclusiones de la investigación abierta por el mayor accidente aéreo en el país desde hace 50 años. El vuelo de la aerolínea española Flightline entre Belfast y Cork el 10 de febrero de 2011acabó en tragedia.
Una densa niebla impidió por dos veces el aterrizaje al piloto Jordi Sola. En el tercer intento el avión, con diez pasajeros a bordo, se estrelló. Murieron seis personas incluyendo Sola y su copiloto Andrew Cantle. Cuatro pasajeros sobrevivieron.
Casi tres años después, la Unidad de Accidentes Aéreos irlandesa ha determinado como causas del accidente la niebla, la falta de experiencia, la fatiga de la tripulación y la ausencia de control sobre el propietario de la aerolínea, el operador y el comercializador de los billetes.
El avión pertenecía a un banco español, que lo cedía en régimen de leasing a Air Lada (Líneas Aéreas de Andalucía). A su vez, Air Lada lo subarrendaba a Flightline, que disponía de certificado para operar (AOC). La comercializadora estaba basada en la Isla de Man, un paraíso fiscal próximo a Reino Unido.
En este punto, los investigadores apuntan sin rodeos que las autoridades españolas de seguridad aérea (AESA, organismo perteneciente al Ministerio de Fomento) incumplieron sus deberes de supervisión sobre Flightline, sus aviones y su operativa. ‘El único país con responsabilidad de supervisión era España’, concluye el informe, que posteriormente subraya que AESA no estaba al corriente de las operaciones llevadas a cabo entre Reino Unido e Irlanda por una compañía con licencia española.
Habitualmente, estos informes tratan con gran diplomacia y protocolo las conclusiones, limitándose a llamarlas ‘recomendaciones’ aunque los incidentes que tratan hayan puesto en peligro la vida de personas o hayan desembocado en muertes. Esta vez el protocolo se ha mantenido pero con un fondo de acusación muy duro para AESA. De hecho, expertos consultados no recuerdan un caso en el que los investigadores defiendan como factor causal de un accidente la negligencia de una agencia de seguridad. De ahí la recomendación de que ‘AESA debería revisar su política de seguridad en lo relativo a la vigilancia continuada de transporte aéreo, en particular las operaciones remotas’. Una recomendación que deja abiertas dudas sobre la eficacia de la agencia española en su actividad.
Ryanair y su falta de combustible
Al margen de otras circunstancias, el último choque entre Irlanda y España en materia de seguridad aérea se produjo en 2012, cuando tres aviones de Ryanair declararon en la tarde del 26 de julioemergencia por falta de combustible para aterrizar en Valencia.
La investigación llevada a cabo por la IAA irlandesa recomendó a Ryanair que revisara su política de combustible, tal y como informó EL MUNDO. La alarma generada llevó a la ministra de Fomento, Ana Pastor, a solicitar más competencias de supervisión sobre aerolíneas extranjeras en España. Ryanair es la que más pasajeros transporta en España.
‘La IAA (agencia de seguridad aérea irlandesa) y la CAA (su homóloga británica) confiaron la supervisión a España para asegurarse del cumplimiento de asuntos regulatorios tanto previos como durante el vuelo. La evidencia demuestra que esa supervisión fue limitada e ineficiente’, sostienen los investigadores. Una copia del informe ha sido remitida a la Unión Europea con un total de 11 recomendaciones basadas en el accidente de cara a mejorar la seguridad aérea europea. La número 9 pide que la UE amplíe más allá del país emisor de la licencia la responsabilidad de supervisar la seguridad cuando ésta pueda fallar por ‘problemas de recursos u operaciones remotas’ .
Fuente: http://www.elmundo.es