Identifican restos de un buque de guerra británico hundido en Florida en 1742 durante la guerra con España
Arqueólogos del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos identificaron los restos arqueológicos del HMS Tyger, un buque de guerra británico del siglo XVIII, dentro de los límites del Parque Nacional Dry Tortugas, compuesto de siete pequeñas islas de arrecifes y arena, situadas a unos 113 kilómetros al oeste de cayo Hueso en el golfo de México.
Construida en 1647, esta fragata de 50 cañones de cuarta clase se hundió en 1742 tras encallar en los arrecifes de las Dry Tortugas mientras patrullaba en la Guerra de la Oreja de Jenkins entre Gran Bretaña y España. Aunque restos del naufragio se localizaron por primera vez en 1993, nuevas investigaciones han descubierto pruebas definitivas para la identificación del buque.
Siguiendo las pistas de la investigación histórica, arqueólogos del Parque Nacional de Dry Tortugas, el Centro de Recursos Sumergidos y el Centro Arqueológico del Sureste inspeccionaron el lugar en 2021 y hallaron cinco cañones a unos 500 metros del pecio principal. En los márgenes de los viejos cuadernos de bitácora había una referencia que describía cómo la tripulación «aligeró la proa» tras encallar inicialmente, reflotar brevemente el buque y hundirse después en aguas poco profundas.
Por su tamaño, características y ubicación, se determinó que se trataba de cañones británicos de seis y nueve libras arrojados por la borda cuando el HMS Tyger encalló por primera vez. Este descubrimiento y la reevaluación del yacimiento llevaron a los arqueólogos a defender con argumentos sólidos que el pecio localizado por primera vez en 1993 eran en realidad los restos del HMS Tyger. Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista International Journal of Nautical Archaeology.
Los hallazgos arqueológicos son apasionantes, pero relacionarlos con la historia nos ayuda a contar la historia de las personas que nos precedieron y los acontecimientos que vivieron, explica James Crutchfield, director del parque. Esta historia en concreto es una historia de perseverancia y supervivencia. Los parques nacionales ayudan a proteger estas historias no contadas a medida que salen a la luz.
Tras el naufragio del HMS Tyger, los aproximadamente 300 miembros de la tripulación soportaron 66 días abandonados en lo que hoy es Garden Key. Levantaron las primeras fortificaciones de la isla, más de 100 años antes que Fort Jefferson, que ahora domina la isla y es el principal recurso cultural del parque.
Los supervivientes varados lucharon contra el calor, los mosquitos y la sed mientras intentaban escapar de la isla desierta. Construyeron embarcaciones con piezas recuperadas del naufragio del HMS Tyger e hicieron varios intentos de buscar ayuda, reunir suministros adicionales y localizar buques de guerra españoles en la zona. Tras un ataque fallido a un buque español, la tripulación superviviente quemó los restos del Tyger para asegurarse de que sus cañones no cayeran en manos enemigas y utilizó sus embarcaciones improvisadas para escapar 700 millas (1.125 km) a través de aguas enemigas hasta Port Royal, Jamaica.
Aunque el yacimiento se vigila de forma rutinaria y actualmente está protegido por las leyes de recursos culturales aplicables a otros yacimientos del Parque Nacional de Dry Tortugas, la identificación positiva del HMS Tyger como buque naval británico ofrece protección adicional en virtud de la Ley de Embarcaciones Militares Hundidas de 2004. Los restos del HMS Tyger y sus artefactos relacionados son propiedad soberana del Gobierno británico de acuerdo con el tratado internacional.
Un buque de guerra similar, el HMS Fowey, se perdió en lo que hoy es el Parque Nacional de Biscayne en 1748 y actualmente se gestiona en virtud de un Memorando de Acuerdo entre los Estados Unidos y la Marina Real Británica.
Este descubrimiento pone de relieve la importancia de la conservación en el lugar, ya que las futuras generaciones de arqueólogos, armados con tecnologías y herramientas de investigación más avanzadas, podrán reexaminar los yacimientos y hacer nuevos descubrimientos, declaró Josh Marano, el arqueólogo marítimo que dirigió el equipo que hizo el descubrimiento.
Fuente: https://www.labrujulaverde.com/