Iberia estrena el miércoles una novedosa propuesta gastronómica a bordo de sus aeronaves

Madrid.- Originarios de cuatro comunidades autónomas y cada uno de ellos con su estilo único y personal, los máximos representantes los cocineros aportarán todo su conocimiento y talento en una nueva propuesta gastronómica para la clase business de Iberia, que se estrenará para los pasajeros el 1 de junio, primero en los vuelos intercontinentales y, más adelante, en todos los viajes nacionales e internacionales.

El excelso grupo está formado por el madrileño Paco Roncero (La Terraza del Casino de Madrid), el catalán afincado en Madrid Ramón Freixa (al frente de Ramón Freixa Madrid), el cacereño Toño Pérez (de Atrio) y el malagueño Dani García (chef del restaurante Calima en Marbella).

El cambio será paulatino y avanzará hacia un modelo diferente, más allá del menú de pasta, carne y pescado y acorde con las exigencias del público actual. Una oferta pensada para sorprender al viajero, basada en las excelencias de la dieta y la despensa mediterránea y adaptada a la manera de comer del siglo XXI que, como reza el eslogan de la campaña, convertirá al avión de Iberia en ‘el único restaurante con ocho estrellas’ del mundo.

Desde que en 1937 comenzara la historia del catering aéreo a base de ensalada y lenguado en salsa poco ha cambiado la oferta gastronómica a bordo. Hasta ahora. Tras renovar su clase business con nuevos servicios y entretenimientos, asientos más confortables y mayor espacio entre los mismos, Iberia quiere romper con la idea de que no es posible comer bien en a 30.000 metros de altura. Para ello ha contratado por un mínimo de dos años, a cuatro asesores gastronómicos que suman un total de ocho estrellas Michelin y 11 soles en la Guía Repsol, entre otras distinciones.

Conscientes de las limitaciones logísticas del avión, los cuatro cocineros estudian la manera de hacer llegar a la butaca una propuesta culinaria capaz de hacer vivir una experiencia realmente Premium a un viajero que ya cuenta con todas las comodidades y servicios para un viaje de auténtico lujo. Y todo apunta a que la clave del éxito será la elección y la presentación de la mejor materia prima española.

Por el momento, los chefs han diseñado conjuntamente una nueva carta de platos calientes para la que se han tenido en cuenta ‘desde los ingredientes que mejor se adaptan al vuelo hasta los puntos de cocción idóneos, para que el producto sufra lo menos posible en su traslado desde el catering donde se elaboran los platos hasta el galley del avión’. Una carta, en la que incluyen pan caliente con aceite de oliva extra, salmorejo con huevo y jamón ibérico, muslo de pintada relleno de setas y castañas con jugo pera al vino tinto, entre otros, que refleja la idiosincrasia culinaria de las diferentes regiones de España y la experiencia y buen hacer de los que han llevado la cocina española al primer puesto del ranking mundial.

La propuesta no se va a quedar ahí. La oferta se irá adaptando a las demandas del viajero hasta llegar a un modelo totalmente diferente y muy sápido en el que no faltarán los productos estrella de la dieta mediterránea en estado puro, presentados de una forma atractiva y lúdica ‘que va a sorprender’, afirman los cocineros, que han impartido formación a la tripulación de la compañía. ‘Es muy importante el trabajo en equipo; nosotros somos los expertos gastronómicos y conocedores de la técnica y la materia prima, además de clientes asiduos y exigentes de Iberia, pero son ellos quienes mantienen el contacto directo y diario con el pasajero y los que nos pueden transmitir sus exigencias y sus expectativas’, afirman los chefs.

En definitiva, el personal de cabina ‘es el equipo de sala’ del nuevo proyecto de Roncero, Frexia, García y Pérez, Ramón, con el que pretenden ‘que la gente disfrute de la comida tanto como en nuestros restaurantes o gastrobares’. Y añaden que ‘de la misma manera que se puede comer igual de bien en una barra que en una mesa de mantel de hilo, también se puede comer bien en un avión; sólo hay que adaptar el formato al momento y al lugar, en este caso la butaca, que queremos convertir en un nuevo espacio de felicidad’.


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