Hoteles españoles baten récord de precios y se encarecen un 25% desde el 2019
Alojarse en un hotel durante las vacaciones nunca había sido tan caro en España. La tarifa media por habitación ocupada alcanzó en julio los 128,8 euros la noche, un 6,3% más que el mismo mes del año pasado y casi un 25% por encima de julio del 2019 (102 euros), año récord para el sector turístico y referencia para comparar tras la pandemia, según la encuesta de Coyuntura Hotelera publicada este miércoles por el INE.
La subida no entiende de categorías. Afecta a todos los bolsillos, a los que se tienen que conformar con los establecimientos más básicos porque no pueden pagar más y a los que se permiten servicios más lujosos. Si hace cuatro años una noche en un establecimiento de tres estrellas costaba 88,2 euros y, en uno de cuatro, 111,5 euros, este julio el precio se situó en los 110 euros y 134,8 euros respectivamente. Para los hoteles de cinco estrellas, la tarifa en julio, en plena temporada alta, ha pasado de 212 euros a 298,6 euros. El aumento también es significativo respecto al 2022 –ver gráfico–, cuando los precios ya escalaron al calor del furor viajero tras la pandemia. Los ingresos por habitación disponible (contando tanto las que se ocupan como las que no), avanzan igualmente.
Llegan más turistas que antes de la pandemia pero las pernoctaciones están algo por debajo
Ahora bien, las hoteleras consultadas insisten en que la rentabilidad no crece al mismo ritmo porque los costes –tarifa eléctrica, salarios, alimentos…– tampoco aflojan. El último informe de la patronal Exceltur atribuye a este incremento de los costes operativos, junto a la “mejora de la calidad del producto”, el encarecimiento de la tarifa media de los alojamientos. El número de plazas de 4 y 5 estrellas, por ejemplo, ha aumentado en 62.000 en el primer semestre del año, mientras que han desaparecido 40.000 plazas de una a tres estrellas.
Pese al récord de precios hoteleros alcanzado en julio, la inflación empieza a moderarse, con la menor alza de los últimos dos años, síntoma de que quizás la demanda turística empieza ya a ser sensible a las tarifas. Es precisamente este entusiasmo por salir de vacaciones –casi una necesidad vital tras el parón de la covid– el que ha mantenido los registros de ocupaciones y visitantes altos en un contexto de espiral de precios.
La inflación se ralentiza y las tarifas aumentan al menor ritmo de los últimos dos años
En los primeros siete meses de este año los hoteles han registrado 149,76 millones de pernoctaciones, lo que supone un 13,5% más que en el mismo periodo de 2022 y una cifra superior a enero-julio de 2019. Las estancias hoteleras subieron además un 2,5% en julio en comparación con el mismo mes del 2022 y alcanzaron la cifra de 43,1 millones, inferior al incremento del 3,3% del mes de junio, aunque muy cerca de las pernoctaciones de julio del 2019 (43,2 millones). La estancia media, en cambio, desciende un 0,6% respecto a julio de 2022, situándose en 3,4 pernoctaciones por viajero, y también frente al mismo mes del 2019 (3,57). Otra señal de que las tarifas empiezan a rascar los bolsillos, ya que el volumen de turistas que se han alojado en hoteles este último mes (12,67 millones) supera a julio de cuatro años atrás (12,1 millones de cuatro años atrás). Es decir, con más turistas se han logrado menos pernoctaciones.
Y aquí llega una de las leves decepciones del sector con la temporada. Los primeros meses del año funcionaron tan bien, Semana Santa llegó a tales grados de ocupación y gasto, que las hoteleras apenas podían contener la euforia.
“Las expectativas eran muy altas, julio ha ido bien, pero menos de lo esperado; en agosto, en cambio, vemos un nuevo repunte”, comenta Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona. En la misma dirección apunta Judith Lloverol, gerente de Costa Brava Centre: “Entre semana la ocupación ha sido algo menor, recuperándose en fin de semana con la llegada de más turistas nacionales”.
Reino Unido y Alemania se mantienen como los principales mercados emisores de turistas
Por procedencia de los huéspedes, las noches de los viajeros residentes en España superaron los 15,3 millones en julio, lo que representó un 35,6% del total. Por su parte, las de los extranjeros se situaron por encima de los 27,7 millones.
Los turistas de Reino Unido y Alemania concentraron el 25,5% y el 16,6% respectivamente del total de pernoctaciones de no residentes, seguidos de los viajeros procedentes de Francia, Estados Unidos y Países Bajos (8,6%, 4,8% y 4,4% respectivamente). Andalucía, Catalunya y Comunidad Valenciana fueron los destinos principales de los viajeros residentes en España en julio, con el 23,8%, 15,2% y 12,8% del total de pernoctaciones. Por su parte, el principal destino elegido para los no residentes fue Baleares, con un 34,5% del total de pernoctaciones. Los siguientes destinos fueron Catalunya y Canarias, con el 20,9% y el 18,4%.
En julio se cubrieron el 70,2% de las plazas ofertadas, con un aumento anual del 1,3%. El grado de ocupación por plazas en fin de semana sube un 1,5% y se sitúa en el 74,1%. Barcelona, Madrid y Calvià fueron los puntos turísticos con más pernoctaciones.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/