Hotel Son Palou es considerado el más romántico de España
Palca.- El ascenso hasta Son Palou transcurre entre bancales, árboles frutales y bosque mediterráneo. Allende las primeras colinas, emerge la Sierra de Tramontana. La luz destella en sus laderas. La carretera serpentea.
Al llegar (copa de cava en mano), Marc, propietario del hotel más romántico de España, le acompaña al encuentro de esta antigua finca mallorquina; y le muestra todo aquello que un día fue: la almazara, el establo, la habitación en la que trasnochaba el cartero, el horno, la arcada del siglo XIV que afloró durante las últimas reformas… Son Palou es un hotel con estrella que abandera en las alturas (rodeado de almendros, manzanos y cerezos) el agroturismo balear.
Acento mallorquín
Encalado por dentro. Blanco. Impecable. Por fuera un festín de piedra. Son Palou ha querido conservar (y conserva) toda la esencia de antaño. Amplios ventanales, techos altos suspendidos sobre vigas de madera, terrazas y balcones, una gran chimenea delimitada por los bancos que en su día marcaban el espacio hogareño, pilas de piedra y contraventanas pintados de verde… Arquitectura rural propia de las fincas mallorquinas de montaña. Sin aditivos. Adornando su interior, cerámica vistiendo las paredes, muebles con solera, decoraciones en azulejos y piezas de anticuario.
Las habitaciones, amplias, elegantes y especialmente luminosas, son sólo 15. Si quiere, puede pedirla con terraza y vistas al valle de Orient. Una maravilla. Luego están sus dos salones, que nada envidian a los aposentos, el comedor (con dos arcadas que lo cruzan de lado a lado; una del siglo XIV y otra del XVI), y sus jardines, moteados con hamacas de madera para tumbarse a ver atardecer y con una de esas piscinas que llaman infinity, en la que la línea del agua se confunde con la del horizonte. También su restaurante, muy bueno, que elabora una cocina actual y mediterránea.
En plena Sierra de Tramontana
Al norte, el valle de Orient. Verde, escarpado, surcado por las nubes y el buitre negro. Al sur, dejando atrás el porche y todo el encanto que rezuman sus macetas, el mismo Orient. Con sus poco más de 20 casas y sus diez habitantes. Y sus tres restaurantes, sus 15 minutos a Soller y sus otros 20 hasta Palma. Del hotel a la plaza del pueblo, apenas un paso. El que cruza la puerta de atrás. La del patio. A mano izquierda, la iglesia de Sant Jordi (construida sobre una capilla del siglo XIII); y al lado opuesto, bajando hacia el núcleo urbano, toda la quietud y el sosiego de esta villa balear. Pintoresca rabiar. Surcada por ciclistas que suben y bajan la carretera que une Buñola y Alaró.
El agroturismo Son Palou cuenta con una extensión de campos y montañas de aproximadamente 150 hectáreas. Naturaleza salvaje con porte mallorquín: olivares, bosque mediterráneo, árboles frutales? Allí puede uno practicar excursionismo y senderismo (la ruta que sigue el trazado del Torrent de Coanegra y llega hasta Es Salt des Freu es estupenda), realizar paseos en mountain bike e iniciarse en la recolección de setas. Si le gusta el hacer agreste, también puede observar (sólo en temporada) el proceso de recolección de manzanas y cerezas que cada año tiene lugar en las plantaciones de la finca. Agricultura ecológica en vivo y en directo.
El más romántico de España
Según los Travellers’ Choice Hoteles celebrados por TripAdvisor (los únicos premios del sector basados en las opiniones de los viajeros), Son Palou es, por segundo año consecutivo, el hotel más romántico de España. También el 9º a nivel europeo y el 22º del mundo. Casi nada. Es el ambiente. Relajado, distendido. El aire que aquí se respira. «Muchas parejas se reencuentran a sí mismas en este hotel», afirma Marc. Son Palou cuenta con una puntuación excelente por parte de los usuarios de TripAdvisor. De hecho, la mayor parte de los comentarios recibidos (98%) lo califican de muy bueno o excelente. Los usuarios destacan principalmente la relajación que ofrece, el descanso y sobre todo, el trato recibido.
Fuente: http://www.ocholeguas.com