Hotel Antumalal, un clásico de la arquitectura chilena
Con una arquitectura de los años 50 perfectamente conservada, el Hotel Antumalal es sin duda un referente de los inicios de la arquitectura moderna en Chile. Influenciado por el estilo Bauhaus y de Frank Lloyd Wright, el arquitecto Jorge Elton diseñó este lujoso hotel a pedido del matrimonio Pollak-Rindler, que comenzó como un proyecto hotelero familiar y que hasta el día de hoy es considerado una joya arquitectónica elegida por célebres personajes como la Reina Isabel II junto al duque de Edimburgo o el astronauta Neil Armstrong, para descansar en el sur de Chile.
Todo comenzó en 1944, cuando Guillermo Pollak y su esposa, Catalina Rindler, se asentaron en Pucón luego de escapar de la guerra desde República Checa. En ese año comenzaron los primeros proyectos del hotel con un salón de té a orillas del Lago Villarrica, hasta que un día los visitó el presidente de Chile de aquel tiempo, Gabriel González Videla, que en conversaciones con Pollak accedió a darles un préstamo estatal para construir el hotel que soñaba y activar el turismo de la región.
Jorge Elton y Guillermo Pollak trabajaron estrechamente para dar forma al hotel, emplazado en medio de un bosque de árboles nativos que tuvieron especial cuidado de no intervenir al diseñar el proyecto. Además, el hotel se construyó en un modo que se suspende sobre el terreno rocoso, lo cual le da un efecto de mirador hacia el lago. En 1950 se inauguró el primer piso del Hotel Antumalal y se convirtió en el primer lodge de pesca en Chile.
Antumalal quiere decir “corral del sol” en lengua mapuche, pueblo originario de la región donde se ubica este hotel, y hace referencia a las maravillas naturales que se pueden apreciar desde los grandes ventanales de este hospedaje de lujo. El hotel cuenta con vistas panorámicas al Lago Villarrica y está inmerso en medio de un parque privado de cinco hectáreas.
Explorar los senderos naturales del hotel es una experiencia que invita a la desconexión. Mientras se recorren los jardines entre coloridas flores y árboles nativos, se llega a diferentes puntos como los miradores, el huerto del Restaurante Parque Antumalal o el muelle del lago, mientras se siente el agua que cae por las cascadas de piscinas naturales de roca volcánica.
Además de una arquitectura que dialoga con su paisaje, el Hotel Antumalal fue diseñado para disfrutar de las bondades del sector durante todo el año. Si en otoño se puede apreciar las variadas tonalidades de la selva valdiviana, el clima del invierno permite visitar el centro de ski cercano al hotel, además de disfrutar del calor de las chimeneas, presentes en cada una de las habitaciones. Estas cuentan con paredes revestidas de madera natural que acogen al visitante con un cuidado interiorismo que combina alfombras de cuero con muebles de troncos de árboles caídos.
Por otra parte, la privilegiada ubicación del Hotel Antumalal permite disfrutar de diversas actividades al aire libre como pesca con mosca, excursiones hacia el Parque Nacional Villarrica o a los diferentes volcanes del sector. Además, el hotel tiene acceso directo al lago y está ubicado a a tan solo dos kilómetros del centro de Pucón, donde se puede degustar de una variada gastronomía local o recorrer los mercados que ofrecen artesanía tradicional de la región de la Araucanía.
En 2010, se inauguró el Spa Antumaco, diseñado siguiendo el espíritu arquitectónico del hotel, para lograr integrarse a la naturaleza a través del uso de materiales como roca, madera y cemento. La piscina fue tallada en roca natural y ofrece la posibilidad de disfrutar del baño tanto en la zona interior con una piscina climatizada, como en el exterior.
Fuente: https://www.admagazine.com/