Fuerzas de seguridad sirias abren fuego contra multitud en Damasco
Siria.- Las fuerzas de seguridad desplegadas por el régimen de Bachar El Asad en varias ciudades para contener a los miles de manifestantes que, una jornada más, han reclamado en la calle reformas y el fin de la dictadura, han abierto fuego contra la multitud en Damasco. Las primeras informaciones apuntan a que al menos hay una decena de muertos, según varias fuentes de la oposición citadas por cadenas árabes de televisión y por las agencias de noticias Afp y Efe.La red de noticias de la oposición Shaam asegura en su página de Facebook que un joven ha muerto en los disturbios en Damasco y otro más en Homs, epicentro de la revuelta. La cadena catarí Al Yazira, por su parte, ha informado de una víctima mortal en Homs, otros dos fallecidos en el barrio de Douma de Damasco y siete muertos en la localidad sureña de Izraa.
Testigos citados por la agencia Reuters señalan que al menos tres manifestantes han resultado heridos de bala en el barrio de Douma de la capital siria. ‘Miles de personas han tomado las calles. Yo mismo he ayudado a trasladar a personas con heridas de bala en las piernas’, ha explicado un testigo. Poco antes, las fuerzas de seguridad han recurrido a fuego real para frenar a los manifestantes antigubernamentales en la ciudad de Hama, al oeste de la capital, según ha informado un defensor de los Derechos Humanos presente en el lugar de los hechos.
Decenas de miles de personas han secundado el llamamiento de los grupos de oposición y se han echado a la calle al término de los rezos musulmanes en ciudades como Damasco, Deraa y Homs. En Damasco, el Ejército y la policía han lanzado gases lacrimógenos para dispersar a la multitud congregada en el histórico distrito de Midan, según testigos citados por Reuters. ‘La policía ha disparado gases lacrimógenos desde las azoteas. Había más de 2.000 manifestantes y ahora cientos de ellos se han reagrupado’, asegura un testigo en conversación telefónica con Reuters. ‘El pueblo quiere derrocar al régimen’, ha sido una de las proclamas más coreadas esta mañana en Damasco. Las fuerzas de seguridad se han desplegado en numerosos puntos de la capital, especialmente alrededor de la plaza Abasin, cuna de las protestas políticas durante las últimas semanas. Los accesos a la capital siria están sellados y el transporte a varios barrios está prohibido, según vecinos y fuentes de la oposición.
En paralelo a las demostraciones en la calle, los activistas sirios han emitido esta mañana un comunicado conjunto en el que reclaman la abolición del Partido Baath del presidente sirio y el establecimiento de un sistema democrático. Los comités locales de coordinación, que representan a las distintas provincias sirias, han asegurado que ‘los eslóganes de libertad y dignidad no pueden materializarse si no tiene lugar un cambio pacífico hacia la democracia’. ‘Todos los presos de conciencia deben ser liberados. El aparato de seguridad tiene que ser desmantelado y sustituido por otro con jurisdicción limitada y que funcione bajo el dictado de la ley’, concluye el comunicado.
Jornada crítica
Los grupos de oposición afrontaban una jornada crítica para el régimen de El Asad, bautizada por los manifestantes como el Gran Viernes, con la convocatoria de protestas en más de 40 ciudades del país árabe. Se trata del mayor desafío lanzado hasta la fecha por los movimientos críticos contra la dictadura siria, que sigue jugando un doble juego de concesiones y represión que no ha logrado apaciguar los anhelos de cambio de la mayoría de la población siria.
Los rezos musulmanes del viernes han marcado el punto de partida de una jornada decisiva para el devenir de la revuelta en Siria. Los propios organizadores admitían que esperaban nuevos tiroteos y nuevas víctimas mortales, después de que la represión del régimen dejara entre el pasado sábado y este martes medio centenar de muertos solo en Homs, la tercera ciudad del país y epicentro de la revuelta.
El corresponsal de Al Yazira en el país informa de que el Ejército y la policía se desplegaron esta pasada madrugada en ciudades como Homs y Daraa para disuadir a los miles de manifestantes que tenían previsto tomar hoy las calles. Un activista ha asegurado que varios vehículos con soldados y ametralladoras se han trasladado en las últimas horas desde Damasco a Homs. Grupos compuestos por al menos cinco soldados han patrullado a pie la ciudad durante la madrugada. Testigos aseguran que junto a los uniformados hay agentes vestidos de paisano y de camuflaje. La situación es de extrema tensión y muy confusa, debido a la ausencia de prensa extranjera y a la censura sobre la prensa local.
Las protestas convocadas para hoy miden el impacto real de la decisión del presidente El Asad de suprimir por vía de urgencia el estado de excepción, vigente desde 1963. Un decreto que abolió los poderes excepcionales del Estado y los tribunales políticos pero que parece llegar tarde para los opositores, que interpretan el gesto de apertura como una señal de debilidad del régimen.
‘Continuaremos con las protestas pacíficas. Nos alegramos de la supresión del estado de emergencia. Pero no ha sido levantado. Ha caído…y con la ayuda de Dios lograremos embarcarnos en la libertad’, asegura un comentario colgado en la página de uno de los activistas en Facebook.
220 muertos
Residentes en Homs han establecido patrullas ciudadanas para defenderse de las acometidas de los temidos shabiha, pistoleros a sueldo del régimen de que se han infiltrado en las protestas pacíficas para alentar la violencia y provocar el caos. Más de 220 opositores han muerto en Siria desde que estallaron las protestas el pasado 18 de marzo en la ciudad de Daraa, al sur del país, entre ellos 21 opositores abatidos en Homs el pasado lunes, según cifras ofrecidas por Human Rights Watch (HRW).
Desde Nueva York, esta organización humanitaria ha advertido de que la decisión de El Asad, de levantar el estado de emergencia debe ir acompañada de medidas concretas para ‘acabar con las graves violaciones de Derechos Humanos que cometen diariamente las fuerzas de seguridad’. ‘Las reformas solo serán importantes si las fuerzas de seguridad sirias dejan de disparar, detener y torturar a manifestantes’, ha declarado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Joe Stork. ‘El presidente El Asad tiene la oportunidad de demostrar cuáles son sus intenciones permitiendo las protestas (de este viernes) sin que haya represión violenta’.