FAO publica una guía para orientar y ayudar a países afectados por alza de alimentos

Roma.- La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha publicado hoy una guía actualizada que pretende ‘orientar’ y ‘ayudar’ a los países que se han visto afectados en los últimos años por el alza de los precios alimentarios.

Con este documento, la FAO trata de ayudar a estos países a hacer frente a las ‘consecuencias negativas’ de la subida de los precios de los alimentos, así como a ‘aprovechar las oportunidades’ que ello representa, informó hoy este organismo en una nota.

La institución de Naciones Unidas reconoce que ‘no existe una solución única’, por lo que invita a los países que padezcan este problema a ‘examinar con más atención’ las políticas que aplican.

‘La combinación de acciones normativas y de programación tienen que adaptarse de forma específica a las condiciones locales y contar con el acuerdo de las partes implicadas en cada país’, recomienda la FAO.

También insta a los gobiernos de las zonas más afectadas a que ‘no tomen iniciativas sobre políticas que puedan parecer útiles a corto plazo, pero que tengan efectos perniciosos a largo plazo, o que puedan, incluso, agravar la situación’.

Por eso, según se desprende del informe de la FAO, es necesario tomar precauciones para no adoptar medidas que puedan ‘perjudicar al mercado actual’ y lograr la cooperación total de los operadores del mercado para afrontar conjuntamente la situación.

El director de la División de Apoyo a la Elaboración de Políticas y Programas de la FAO, Richard China, indica que, a medio y largo plazo, sólo las inversiones en los sectores agrícolas de los países en desarrollo llevarán a incrementar la productividad, los mercados saneados, la resistencia a las fluctuaciones de los precios internacionales y la seguridad alimentaria.

Otra de las recomendaciones de la guía de la FAO es la producción comunitaria de semillas en las escuelas de campo para agricultores, organizaciones campesinas o cooperativas para mejorar el acceso tanto a las variedades tradicionales de semillas como a las variedades mejoradas a nivel comunitario.

Por último, la guía también plantea un debate sobre los instrumentos que pueden utilizarse para lograr la seguridad alimentaria de los desfavorecidos, como los programas de redes de seguridad basados en las transferencias de alimentos o dinero en metálico.

‘Hay que tener en cuenta las interacciones entre redes de seguridad e intervenciones de desarrollo para poder aprovechar las sinergias potenciales y evitar que cada uno de los diferentes tipos de intervenciones perjudique al otro’, sentencia el documento.


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