Experto opina sobre sueño y fatiga en pilotos aviadores
Quito.- Salidas nocturnas, madrugadas y adaptación a diferentes zonas horarias en cuestión de días pueden tambalear los ritmos circadianos, afectando a la atención y desafiando a la vigilancia. Estas son las condiciones en las que muchos pilotos afrontan un trabajo técnicamente difícil en el que potencialmente cientos de vidas están en juego.
John A. Caldwell, psicólogo y científico sénior en Ciencias de la Fatiga, señala que los problemas de rendimiento relacionados con el cansancio en la aviación se han subestimado, a pesar de que varios estudios sobre los pilotos y demás personal operativo han establecido que la fatiga por falta de sueño disminuye notablemente el rendimiento cognitivo, el estado de ánimo y las habilidades fundamentales de pilotaje.
El autor sugiere que “los riesgos relacionados con la fatiga aumentan considerablemente cuando el período de vigilia es mayor de 16 horas, el período de sueño preservicio es inferior a 6 horas y el período de trabajo se produce durante las horas habituales de sueño del piloto.
Los reguladores y, a menudo, los propios pilotos han intentado abordar el problema de la fatiga, centrándose en las horas de trabajo en lugar de hacerlo en los factores fisiológicos que son los responsables.
En el estudio efectuado por Caldwell se indica que es necesario tener en cuenta que el adulto promedio necesita de 7 a 9 horas de sueño diarias y que no existe cantidad de fuerza de voluntad, de profesionalidad, de entrenamiento o de dinero que evite la pérdida de rendimiento relacionada con no dormir lo suficiente.
Tanto los pilotos como los tripulantes de cabina necesitan tener un sueño reparador para no comprometer la seguridad del vuelo. La fatiga de vuelo âconsecuencia de un sueño no reparadorâ muestra efectos sobre la vigilancia y la realización de tareas monótonas.
Según afirman los neurólogos, la fatiga produce reacciones más lentas y trastornos de la concentración y toma de decisiones. También está el peligro de quedarse dormido. Una encuesta de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas Británicas (Balpa) a 500 de sus miembros mostró que el 43% se había quedado involuntariamente dormido en la cabina, y de este el 31% dijo que cuando se despertó, vio dormido al copiloto.
Durante un vuelo transatlántico de larga duración muchos pilotos llegan a pasearse por el avión a ciertas horas. En realidad, están turnándose (ya que es obligatorio contar con una tripulación de refresco) para poder descansar durante parte del vuelo. Quizás en ciertos casos están acostados en primera clase, pero en el caso de un Airbus A340 tienen la opción de ir a una especie de bodega dentro del avión que está especialmente acondicionada como una minihabitación con camas para que puedan acostarse.
Por lo general, las aeronaves que cumplen largos trayectos cuentan con áreas de descanso especiales para la tripulación, a las que se accede a través de puertas especiales, que los pasajeros nunca atraviesan.
El lugar depende de cada avión, pero las áreas de descanso de los tripulantes suelen ubicarse en la parte superior, sobre la cabina de primera clase, como en el Boeing 777. En estos aviones suele haber escaleras ocultas por una discreta puerta, que normalmente está cerca de la cabina y requiere de un código o una llave para abrir. Además, hay algunas cabinas, como las del Boeing 777-300 de American Airlines, cuyo ingreso es a través de una escotilla que se disimula como compartimento superior para el equipaje.
En el Boeing 777, los pilotos tienen sus propios compartimentos-dormitorio que incluyen 2 camas, 2 asientos de clase business y suficiente espacio para armario o lavatorio, según la aerolínea. Las camas, que generalmente tienen 2 m à 0,80 cm, están separadas por pesadas cortinas para amortiguar ruidos externos, están equipadas con luces de lectura, ganchos para colgar y espejos.
Otras aeronaves, como el Airbus 380, tienen literas, donde los pilotos también pueden descansar cuando el vuelo es largo. Créalo o no, algunos expertos aseguran que permitir que los pilotos duerman no siempre es peligroso.
Las reglas de aviación en algunos países autorizan a los pilotos a dormir en la cabina durante viajes de recorridos extremadamente largos. Las reglas varían, de un país a otro. En el aire Según la versión digital del portal Business Insider, para afrontar vuelos como los que se realizan entre Sídney y Dallas (de unas 15 horas) las azafatas cuentan con una serie de compartimentos secretos en los que hay camas para poder dormir.
Más de la mitad de los pilotos de aerolíneas británicas se han dormido en la cabina y un tercio se ha despertado alguna vez y ha encontrado a su copiloto privado, revela un estudio. Según un nuevo acuerdo de los tiempos de servicio y descanso de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) “un piloto no puede volar más de 13 horas seguidas”. El problema no es solo dormirse súbitamente, sino el cansancio que puede impedir que los pilotos reaccionen correctamente.