Exhuman cadáver de Salvador Allende para determinar causa de su muerte
Santiago de Chile.- Comenzaba a amanecer sobre el cementerio general de la capital chilena. El reloj marcaba las 7.30, el termómetro cinco grados centígrados. Varios funcionarios del campo santo y agentes de PDI, la Policía de Investigaciones chilena, desenterraban el cadáver de Salvador Allende, el ex presidente de Chile que murió el mismo día que el dictador Augusto Pinochet dio un golpe de estado en el país andino.Desde ese mismo 11 de septiembre de 1973 existen las dudas sobre si Salvador Allende se suicidó con un fusil de asalto AK-47 que le había regalado el presidente cubano, Fidel Castro en 1971, o si por el contrario, el mandatario fue asesinado por los esbirros de la dictadura. La de hoy será la tercera autopsia que se practica al mandatario.
A cargo de la investigación se encuentra el juez Mario Carroza, uno de los más importantes del país, autorizó hace unas semanas la exhumación del cuerpo, después de recibir las conclusiones de un informe llevado a cabo por el Servicio Médico Legal chileno, y solicitado por la familia Allende.
El informe establecía discrepancias y omisiones entre una autopsia ordenada por los militares el mismo día del golpe y un documento policial que describió cómo quedó el sitio donde murió el mandatario, el salón Independencia, en el segundo piso de La Moneda.
Equipo internacional
Pasadas las 7.20 el vehículo del Servicio Médico Legal, donde viajaban las hijas de Salvador Allende, Isabel y María Paz Allende, ingresó por la calle Romero y se instaló en un costado del mausoleo de la familia Allende. Diez minutos después, a la hora establecida, comenzaba la extracción de huesos.
En el cementerio, plagado de periodistas que no tuvieron problemas en subirse a las tumbas y a los mausoleos para captar la mejor imagen, reinaba el silencio más absoluto. Pasadas las 8.00 horas el cuerpo ya había sido extraído.
El juez Mario Carroza ha creado un equipo internacional de expertos forenses que incluye a siete chilenos y cinco extranjeros para que realicen el análisis de los huesos de Allende, que yacen en un mausoleo familiar en Santiago.
En el estudio, que durará varios días, se llevará a cabo una prueba de ADN mitocrondrial, una valoración del estado del cuerpo de Allende y finalmente una pericia balística que determinará si se disparó o le dispararon, teniendo en cuenta el tamaño de los orificios en su cuerpo, la profundidad, etc, etc.
Entre los integrantes chilenos del equipo multidisciplinario se encuentran Patricio Bustos Streeter, director Nacional del Servicio Médico Legal; Alejandra Jiménez Mora, odontóloga forense; Marisol Intriago Leiva, antropóloga, encargada de la Unidad Especial de Identificación Forense del Servicio Médico Legal; Germán Tapia Coppa, médico legista, chileno; Ángel Medina Bejarano, antropólogo físico; Isabel Martínez Armijo, arqueóloga y Agustín Hernández Canihuante, fotógrafo forense.
Los extranjeros que conforman el equipo son Francisco Etxeberría Gabilondo, médico, español; Douglas Ubelaker, antropólogo físico estadounidense; Mary Luz Morales, médica patólogo colombiana; David Pryor, perito balístico inglés y Luis Fonderbrider, antropólogo, miembro del Equipo de Antropología Forense Argentino y alto comisionado de la ONU en misiones humanitarias.