Europeos reafirman su apoyo a Zelenski tras su altercado con Trump en Washington
El líder ucraniano salió de la Casa Blanca este viernes sin haber firmado un acuerdo económico para la explotación de recursos minerales con Estados Unidos, para asegurar que Washington apoyara un cese al fuego y el fin de la guerra. La rueda de prensa que debía celebrarse con los dos dirigentes fue cancelada.
Un altercado inédito
En el duro intercambio ocurrido en el Salón Oval, tras más de 50 minutos de discusión con la prensa, el presidente estadounidense Donald Trump le dijo a Volodimir Zelenski, entre otras cosas, que no tiene las cartas, que está jugando con la vida de miles de personas y con la probabilidad de una Tercera Guerra Mundial.
Su vicepresidente, J. D. Vance, quien habría empezado esta discusión, también le dijo a Zelenski que estaba siendo irrespetuoso con el pueblo americano y le preguntó si había agradecido a Estados Unidos por la ayuda que durante los últimos tres años ha brindado para la defensa de Ucrania. Zelenski, que casi no podía encontrar un hueco para expresarse, le preguntó por su parte a Vance si alguna vez había visitado a Ucrania.
Poco tiempo después de lo ocurrido, Trump publicó un comunicado diciendo que Zelenski no estaba preparado para la paz y que estaba buscando verse beneficiado con el apoyo estadounidense. Dijo que le faltó el respeto a Estados Unidos y que podrá regresar a la Casa Blanca cuando esté listo para firmar la paz. Periodistas de vieja data que llevan décadas cubriendo la Casa Blanca han dicho que nunca habían visto algo así y que esto pareció una emboscada contra el líder ucraniano.
Una horas tras esa discusión, que causó gran revuelo en las redes sociales, Zelenski fue preguntado en Fox News si su relación con su homólogo estadounidense podría repararse, a lo que el presidente ucraniano respondió «por supuesto», aunque también dijo que no le debía una disculpa a Donald Trump.
Apoyo europeo a Ucrania
El altercado entre Trump y Zelenski ha indignado a los aliados occidentales de Ucrania, y gran parte de los mandatarios europeos tomaron la palabra para reafirmar su apoyo al presidente ucraniano.
La Unión Europea aseguró a Zelenski su apoyo inquebrantable, diciendo: «Nunca estará solo». «Sean fuertes, sean valientes, no tengan miedo», escribieron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, en una declaración conjunta en las redes sociales. «Seguiremos trabajando con usted por una paz justa y duradera», subrayaron.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, prometió apoyar a Kiev y cuestionó el liderazgo estadounidense en Occidente. «Hoy ha quedado claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Depende de nosotros, los europeos, asumir este desafío», escribió Kallas en las redes sociales. «¡Ucrania es Europa! Estamos con Ucrania», agregó.
«Nadie quiere la paz más que el pueblo de Ucrania», reaccionó asimismo el canciller alemán saliente, Olaf Scholz.
«Por eso trabajamos juntos para encontrar el camino hacia una paz duradera y justa. Ucrania puede contar con Alemania y con Europa», añadió. El español Pedro Sánchez por su parte escribió en X: «Ucrania, España está contigo».
«Hay un agresor, que es Rusia, y hay un pueblo agredido, que es Ucrania», declaró también el presidente francés, Emmanuel Macron. Y «si alguien está jugando a la Tercera Guerra Mundial, se llama Vladimir Putin», agregó. Por otra parte, Macron se declaró dispuesto a «abrir conversaciones» sobre una fuerza nuclear europea de disuasión, tras la petición en ese sentido del futuro canciller alemán Friedrich Merz, que también reafirmó su apoyo a Ucrania.
El presidente ucraniano Zelenski reaccionó a esta ola de apoyo con una multitud de mensajes de agradecimiento a sus partidarios europeos. Está previsto que una quincena de líderes europeos se reúna el domingo en una cumbre en Londres, a la que se espera que asista el presidente ucraniano, para «llevar adelante» sus acciones sobre Ucrania y la seguridad. Hoy, Zelenski será recibido en Downing Street por el primer ministro británico, Keir Starmer.