Esto es lo que dice la ciencia sobre comer todos los días frutos secos
Con la vista puesta en el verano, no son pocas las personas que ya piensan en la operación bikini y en bajar esos kilos de más ganados durante la época invernal. Hacer más ejercicio y controlar la dieta para que esta sea más saludable, suelen ser dos de las pautas que siguen la gran mayoría para lograr el objetivo de cara a los meses más calurosos.
Así, la gente comienza a mirar las etiquetas de los productos que consume y comienza a contar calorías. Es el caso de los frutos secos que, a pesar de que su ingesta está vinculada a lograr una vida más longeva y saludable, siempre han estado en el punto de mira al ser uno de los alimentos más calóricos que existen y, por lo tanto, que más pueden engordar si se toman con frecuencia.
Sin embargo, la ciencia afirma que tener un consumo regular ofrece un gran beneficio para la salud. En 2017, un estudio del Journal of the American College of Cardiology aseguró que las personas que comían unos 28 gramos de frutos secos (como cacahuetes, nueces, pecanas, almendras o anacardos) cinco veces a la semana tenían un 19% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y un 21% menos de sufrir problemas en las arterias.
Las investigaciones de Harvard
Otras investigaciones de la Universidad de Harvard demostraron que consumir frutos secos varias veces a la semana reducía el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, una muerte cardíaca súbita o una enfermedad cardiovascular entre un 30% y un 50%. La razón es que están repletos de nutrientes que son muy beneficiosos para el corazón, como grasas insaturadas, proteínas y fibra, que ayudan a reducir el colesterol malo (el LDL) y son saciantes. Por otra parte, sus vitaminas, minerales y fitoquímicos ayudan a contrarrestar la inflamación y la oxidación de las arterias.
Incluso un informe de la Escuela de Salud Pública de Harvard y que se publicó en la revista científica New England Journal of Medicine llegó a la conclusión de que “las personas que comían frutos secos todos los días vivían vidas más largas” al tener un 20% menos de probabilidades de morir de cáncer o de enfermedades cardíacas y respiratorias.
Tan importante es QUÉ comemos, como el CÓMO
Asimismo, la farmacéutica Boticaria García explicó en su cuenta de TikTok que, dependiendo de si los frutos secos se toman enteros, crudos o triturados, el cuerpo aprovecha su energía de forma diferente, por lo que “no debemos vivir contando calorías, sino elegir buenos alimentos y saber que no solo es importante QUÉ comemos, sino CÓMO los comemos”.
“Por ejemplo, las almendras enteras crudas son más difíciles de digerir, de procesar y nuestro cuerpo solo es capaz de extraer, más o menos, dos tercios de sus calorías. Esto es una buena noticia”, aseguró la también nutricionista. Sin embargo, continuó explicando que “si las trituramos en forma de mantequilla o de almendra se pueden aprovechar todas las calorías y algo similar ocurriría con el cacahuete y la famosa mantequilla de cacahuete”.
Fuente: https://www.alimente.elconfidencial.com/