Estados Unidos estrena ley que protege más a los pasajeros de aerolíneas
Estados Unidos.- A partir de ahora, las aerolíneas tendrán que moderar su entusiasmo a la hora de vender los pasajes. Las empresas que sobrevendan sus vuelos deberán pagar US$ 1,300 a cada pasajero que se vea obligado a modificar su itinerario por culpa de esta práctica, un incremento de 63% respecto de lo que establecía antes la legislación.La nueva ley que refuerza la protección a los pasajeros entró en vigencia ayer, pero esta no es la única medida. Las aerolíneas extranjeras cuyos vuelos en EEUU se vean detenidos por distintos motivos no podrán mantener a los pasajeros aguardando en el avión por más de cuatro horas. De lo contrario, afrontan multas de hasta US$ 27,500. El año pasado, el Secretario de Transporte, Ray LaHood, estableció un tope de tres horas para los operadores locales.
Además, los cobros por equipaje adicional, uno de los recursos preferidos de Ias empresas para compensar por el aumento de los costos, tendrán que ser reembolsados cuando la aerolínea extravíe las maletas.
La norma también prohíbe a los operadores excluir el detalle sobre impuestos y comisiones en su publicidad de precios, cobrar multas a los pasajeros que cancelan una reserva dentro de las 24 horas previas al vuelo, y elevar los precios después de la compra de los pasajes.
Por otra parte, la nueva ley obliga a las compañías a informar a los consumidores cualquier demora de más de 30 minutos.
“Los pasajeros de las aerolíneas tienen derecho a ser tratados de manera justa”, declaró LaHood, en un comunicado.
La normativa, conocida como “demora en la losa” (tarmac-delay), cobró fuerza precisamente luego de que un vuelo de Cathay Pacific Airways quedara detenido en la losa del aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York durante casi doce horas en diciembre, mientras la compañía esperaba que se despejara una pista de despegue después de una tormenta de nieve.
Cambio de planes
Las aerolíneas normalmente venden más asientos de los disponibles en cada vuelo apostando a que un porcentaje de los pasajeros no se va a presentar. Cuando sus cálculos fallan, habitualmente le ofrecen a los pasajeros algún incentivo para aceptar cambiar su vuelo, como tickets de descuentos o beneficios en el sistema de viajero frecuente. Pero cuando no hay voluntarios, los cambios se hacen forzosos.
La tasa de cambios forzosos en EEUU el año pasado era de 1,09 por cada 10 mil pasajeros. Esto representa una mejora frente al 1,23 del año 2009, según estadísticas del Despartamento de Transporte citadas por Bloomberg.