¿Está China sentando las bases para un avión Mach 30?

¿Qué se les ocurrirá después?” era el título de una serie documental de televisión orientada a la ciencia y la tecnología que se emitió de 1976 a 1979; estaba copresentada por el difunto actor Joseph Campanella, la actriz Kerrie Keane y el antiguo presentador de las noticias del Canal 5 de la KTLA, Tiuu Leek. Bueno, me atrevo a decir que si esa serie de televisión se reiniciara hoy, los presentadores estarían haciendo muchos de sus segmentos sobre las tecnologías militares que surgen de la República Popular China. Cada vez que se me asigna la tarea de escribir un nuevo artículo sobre un desarrollo militar de la RPC, ya sea su caza de quinta generación Chengdu J-20, el bombardero furtivo H-20 o el cazabombardero JH-XX, me vienen a la cabeza las palabras “¿Qué se les ocurrirá ahora?”. Por supuesto, otra cosa que me viene a la mente es que todos esos sistemas de armamento mencionados parecen sospechosamente estafas deliberadas de hardware estadounidense. Esta vez voy a escribir sobre una tecnología china que parece tener al menos una apariencia de originalidad: un túnel de viento Mach 30.

Mach 30: “¿Velocidad lúdica?”

Sí, has leído bien: ¡Mach 30! Haciendo números, 30 veces la velocidad del sonido equivale a 23.018,1 mph (37.044 kph), 6,2 millas (10 km) por segundo.

Pongamos esta cifra en perspectiva: el SR-71, el avión de respiración aérea más rápido del mundo, alcanzó una velocidad de Mach 3,56; el avión tripulado más rápido dentro de los límites de la atmósfera terrestre, es decir, fuera de los límites del espacio exterior, fue el X-15, que alcanzó Mach 6,7; el X-43, no tripulado, fue reconocido oficialmente por el Guinness World Records por establecer el récord de velocidad para un avión a reacción, con Mach 9,6.

Por último, pero no por ello menos importante, el récord de la velocidad más rápida jamás alcanzada por el ser humano corresponde a la tripulación del Apolo 10, que en mayo de 1968 regresó a la Tierra a una velocidad de Mach 32,34 (24.816 mph/39.705 kph).

Entra el JF-22

El túnel de viento alucinantemente rápido en cuestión se llama JF-22. Ha estado en producción desde 2018 y se espera que se complete en algún momento de este año. Es un sucesor del “túnel de choque” JF-12, el primer dispositivo de este tipo de Pekín, que se construyó en 2012 y es capaz de simular condiciones de vuelo de Mach 5 a Mach 9, y al parecer ya ha ayudado a la RPC con importantes misiones de aviación y espaciales. El investigador de la Academia China de Ciencias Han Guilai fue citado recientemente en una conferencia en la que proclamaba que el nuevo JF-22, junto con la instalación JF-12 de Pekín, “pondría a China entre 20 y 30 años por delante de Occidente”.

Una vez plenamente operativo, el JF-22 contribuirá al desarrollo de vehículos hipersónicos y aeroespaciales. Y lo que es más inquietante para Estados Unidos y sus aliados en la zona de responsabilidad (AOR) del USINDOPACOM, la instalación también se utilizará para probar armas hipersónicas, que al parecer son capaces de derrotar a los sistemas convencionales de defensa antimisiles.

En esa misma conferencia, el profesor Guilai proporcionó alguna información adicional sobre las condiciones dentro del JF-22. “Este aire ya no es el aire que respiramos”, dijo. “El vehículo volador que estudiamos es como nadar en el barro”. El físico explicó que la superficie de un avión en el interior del JF-22 a Mach 30 podría alcanzar temperaturas de hasta 10.000 grados Celsius (18.032 grados Fahrenheit), lo cual es lo suficientemente caliente como para romper las moléculas de aire en átomos e incluso dar a algunas de ellas una carga eléctrica. Según Guilai, el túnel de viento tendrá una potencia de 15 gigavatios, lo que equivale aproximadamente al 75% de la capacidad de la presa de las Tres Gargantas.

¿Equivalentes americanos?

Así pues, la pregunta es: ¿cómo se comparan los túneles de viento de alta gama de Estados Unidos con los de China? Si el informe de Inder Singh Bisht de The Defense Post es una indicación, son hermanas débiles:

“En comparación, Estados Unidos ha anunciado este mes la construcción de una instalación de pruebas de tecnología hipersónica en el distrito aeroespacial de Purdue. La instalación propuesta tendrá “dos corrientes de pruebas separadas que se encargarán de las pruebas en el rango de 3,5 a 5,0 Mach y de las pruebas en el rango de 4,5 a 7,5 Mach… Estados Unidos cuenta actualmente con el LENS II (Large Energy National Shock Tunnels) como su túnel de viento más avanzado, capaz de simular vuelos de Mach 3 a 9 durante hasta 30 milisegundos, según citó Asia Times. Guilai afirmó que el JF-22 puede sostener simulaciones de vuelo mucho más rápidas durante 130 milisegundos”.

Sólo cabe esperar que, entre bastidores, los genios de la I+D estadounidense estén desarrollando túneles de choque que igualen o superen las capacidades del JF-22. Pero, como dice el refrán, “la esperanza no es un plan”. Tiempos de miedo los que vivimos.

Fuente: https://israelnoticias.com/


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