Escándalo por retención de Fragata en Ghana hace renunciar al jefe la Armada Argentina

Buenos Aires.- El escándalo por la retención en Ghana de la Fragata Libertad a raíz del embargo del fondo buitre NML Capital derivó ayer en el relevo del jefe de la Armada, almirante Carlos Alberto Paz, quien presentó su renuncia luego de que el Ministerio de Defensa pasara a disponibilidad a dos altos oficiales navales, a los que buscó echarles la culpa por la decisión de haber hecho escala en el puerto africano.

La presidenta Cristina Kirchner aceptó rápido la renuncia y designó en lugar de Paz al subjefe de la fuerza, el vicealmirante Daniel Alberto Martín, tal como anunció por la tarde en la Casa de Gobierno el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, quien declinó dar cualquier otra información.

En medio de una fuerte interna y pase de facturas entre Cancillería y Defensa para deslindar sus responsabilidades por la situación de la Fragata, la Armada quedó en estado de ebullición desde la mañana luego de que el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, ordenara un sumario y apartara de sus puestos al secretario general naval, el contralmirante Luis María González Day, y al comodoro de marina Alfredo Mario Blanco. El desprolijo comunicado de Defensa no precisó las razones de la sanción contra el secretario general naval -cargo de estrecha confianza del jefe de la fuerza- aunque González Day había hecho declaraciones a una radio el domingo con la posición oficial, de que los puertos que toca la Fragata son “decisión interministerial”.

En el caso del comodoro de marina Blanco (jerarquía creada hace un tiempo para capitanes de navío que ejercen funciones de almirante), Defensa le endilgó la nota del 14 de mayo en la que, siendo entonces director general de Organización y Doctrina de la Armada, comunicó que por “razones operativas” el buque escuela cambiaba de destino y hacía escala en el puerto ghanés de Tema. Un dato aparte: Blanco fue comandante de la Fragata Libertad durante 2010, año del Bicentenario.

“Ante la separación de sus oficiales, Paz tuvo que presentar la renuncia para no convalidar que la Armada fuera tomada como el chivo expiatorio”, dijo a Clarín una fuente militar.

El domingo en Página 12 el periodista Horacio Verbitsky publicó copia de la nota 34/12 firmada por Blanco, que daba cuenta del cambio de itinerario de la Fragata. Muy cercano a la ex ministra de Defensa hoy en el mismo cargo en Seguridad Nilda Garré, Verbitsky, que suele expresar la opinión de un sector del Gobierno, en su artículo exculpó al canciller Héctor Timerman al responsabilizar a la Armada por la “sospechosa” decisión de atracar en Ghana, y cargó duro contra la gestión del “anodino Puricelli”, “colonizado” por la Armada, a la que autorizó las 16 escalas de la Fragata “sin preocuparse por el revoloteo de los [fondos] buitres”.

Tras aceptar la renuncia de Paz y designar al sucesor, la Presidenta habló en un acto en la Casa Rosada pero esquivó el tema, así comotampoco aludió a la tripulación de la Fragata que está atrapada en Ghana desde el 2 de octubre (ver página 7). Desde ese día, por orden del Gobierno, la Armada montó un cerco informativo en torno a la Fragata y su tripulación, a punto que recién ayer el sitio oficial, desde el que podía seguirse día a día el periplo, subió la noticia de que estaba en ese país africano.

Un punto clave que ni Defensa ni la Armada mostraron interés en aclarar es cuáles fueron las “razones operativas” para hacer escala en Ghana en lugar de Nigeria, como esta previsto.

En apoyo de la posición de la Armada se sumó a la polémica el ex jefe naval desde 2003 hasta su reemplazo por Paz en diciembre del año pasado, el almirante Jorge Godoy. Puso el foco en la Cancillería: “Es la que muchas veces puede tener interés en ir a un país o a otro.

Los viajes en definitiva resultan aprobados por la Cancillería, que es la que firma y le da el OK a la salida del buque ” (Ver página 8).

Sobre el periplo que emprendió este año la Fragata distintas fuentes oficiales y diplomáticas coincidieron en que por intereses de política exterior de la Cancillería y por influencia del secretario de Comercio Guillermo Moreno, se tocaban varios países de África por primera vez, como Angola, que en mayo visitó la Presidenta y era la próxima escala.

El renunciado almirante Paz, abogado en camino de doctorarse, finalizando la licenciatura en Filosofía, entre otros pliegos, había sido voceado por el kirchnerismo como el “nuevo perfil” del jefe militar deseado. Duró diez meses. Martin, el nuevo jefe, es submarinista, y rompiendo la tradición naval es la primera vez que el máximo cargo lo ocupa un marino cuya especialidad no sea en barcos de superficie.

Fuente: http://www.clarin.com


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