¿Es posible que el humano pueda ir al Sol?
El deseo del ser humano por conocer cada rincón del Universo y explorarlo a fondo no tiene límites, por esta razón, a cada momento se está investigando y buscando las maneras para cumplir ese deseo latente en cada mente que observa la magnificencia del cielo, sea nocturno o en el esplendor del día.
Lo que hasta el momento se conoce del Universo es tan sólo una pequeña parte de lo que realmente existe en el espacio exterior, y es algo sumamente obvio, ya que ni siquiera conocemos con totalidad al planeta en el que vivimos. Sin embargo, esto no es impedimento para que se busque la manera de explorar el espacio y conocer cada rincón fuera de la Tierra, no sólo con motivos de investigación científica, sino también hasta de turismo, idea que está cobrando cada vez más fuerza al tratarse de un proyecto prometedor a largo plazo.
El deseo de conocer más de cerca y explorar mundos externos ya no sólo se limita a los planetas vecinos: también ha surgido la duda de qué tan probable es visitar nuestra estrella madre, el majestuoso Sol que nos brinda la luz necesaria para que la vida en la Tierra pueda subsistir, pues es uno de los mayores retos de la humanidad. Para aclarar esta duda, se le preguntó al Dr. Alejandro Farah Simón, miembro del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Programa Espacial Universitario (PEU). Y esto fue lo que mencionó al respecto.
¿Qué tan probable es que podamos ir al Sol algún día?
En la actualidad, a pesar de la tecnología que tenemos, todavía sería muy difícil ir al Sol, principalmente porque la superficie de nuestra estrella madre está compuesta por helio e hidrógeno, lo que se traduce en que no existe una superficie dónde posarse, aunado a que la temperatura media en esta capa externa es de 5 mil 500 grados, por lo que no tenemos un material que soporte dichas temperaturas.
Aparte de esto, la temperatura de la corona solar es cientos de veces mayor, por lo que sería necesario un sistema de navegación complejo y en tiempo real para evitar eyecciones de masa provenientes del Sol. Incluso, a decenas de millones de kilómetros antes de la superficie, la nave se desintegraría de inmediato por causa del viento solar.
“Existe un ejemplo de la capacidad del intelecto humano, esta es la sonda Parker. Ese artefacto ha logrado llegar a la corona solar para estudiarla y monitorearla. Se trata del objeto artificial en funcionamiento que ha estado más cerca del Sol; uno de sus componentes más importantes es un escudo de 11 centímetros de un material compuesto que sirve a modo de defensa térmica. Sin embargo, este sería inútil en la superficie del astro”, agregó el especialista.
No hemos mencionado la radiación solar, la cual está presente en enormes cantidades en el espacio exterior, lo que complica el funcionamiento correcto de todo sistema electrónico, sumado a la gravedad que es mayor a la de nuestro planeta, lo que nos obligaría a viajar a velocidades orbitales mucho mayores para evitar ser engullidos por el Sol, esto mucho antes de llegar a su superficie.
Fuente: https://ensedeciencia.com/