Elly de la Cruz llega a las Grandes Ligas con etiqueta de no fallar
El primer mes de la temporada pasada con el Licey, Elly Antonio de la Cruz confirmó en los cinco parques de la Lidom que sus condiciones no eran para durar mucho tiempo en el circuito, ya que se trataba de una de esas joyas señaladas para exhibirse en la principal vitrina del béisbol del planeta.
El martes, los Rojos confirmaron el rumor que llevaba semanas inundando los medios sobre el eventual aterrizaje de De la Cruz en las Grandes Ligas.
El nacido en Saba Grande de Boyá, Monte Plata, en enero de 2002, fue incluido en el roster de Cincinnati y su anclaje en la alineación el día de su debut es solo una muestra de lo que se espera en Ohio de él.
El dirigente David Bell colocó a la joya quisqueyana como cuarto bate ante los Dodgers, el cuarto jugador más joven que se estrena en ese turno en la historia del béisbol y primero menor de 22 años desde 1976, según Sarah Langs, de MLB.com.
Torpedero natural, en Cincinnati comenzará en la antesala. Su llegada al Great American Ball Park fue en alfombra roja y los principales medios de Estados Unidos se hicieron eco.
Este gigante (6´5 pies) con 200 libras de pura fibra es un cinco herramientas que puede hacerlo todo; batear promedios (MLB Pipeline le da 55 puntos en la escala 80-20), poder (60), corre como un velocista (70), tiene un mísil en el brazo (60) y un guante por encima del promedio (55).
Un arsenal que está en fase de desarrollo y le añade como cereza al pastel que batea a ambas manos.
Sus números con Louisville Bats en la Liga Internacional (AAA) certifican lo que se dice de él. En 38 partidos acumuló una línea ofensiva de .298/.398/.663 al irse de 186-47, con 11 dobles, tres triples, 12 jonrones, 38 carreras anotadas, 36 remolcadas y 11 bases robadas.
Cuando a los escuchas se les pide una comparación en las Grandes Ligas se le suele poner en la línea de Fernando Tatis Jr., aunque por su estatura, velocidad y poder se le asocia a Oneil Cruz. Su alta taza de ponches (30%) y mejorar con el guante aparece en el tope de las prioridades a trabajar.
“Hay pocos prospectos más dinámicos que De la Cruz, tanto en término de su potencial de cinco herramientas como la pasión que lleva al juego. La velocidad del bate del ambidextro se ha amplificado a medida que agrega fuerza, y tiene un poder positivo legítimo, especialmente desde el lado izquierdo del plato”, dice el reporte de escucha de MLB Pipeline.
Esta campaña registra cinco batazos con una velocidad de salida de al menos 115 millas por horas. ESPN lo colocó recientemente como el prospecto número uno de todo el sistema de ligas menores.
Se trata de un jugador que si logra trasladar al Big Show el potencial que ha mostrado puede ser una ganga. En 2018 los Rojos lo reclutaron por solo US$65,000 del programa que opera en Villa Mella el entrenador Cristian “Niche” Batista, el mismo donde se terminó de formar a Juan Soto.
Richard Jiménez, entonces cazatalentos de los Rojos quedó impresionado al verlo, pero guardó la forma, y cerró el trato en un corto plazo. Fue un año fiscal 2018-2019 donde el equipo no destinó gran presupuesto al mercado internacional (US$1,642,000) y sus mayores apuestas fueron los dominicanos Ilvin Fernández (US$250,000), Jeferson Geraldo (US$150,000) y Thomas Lora (US$110,000) y el derecho mexicano Jefferson López (US$120,000).