El verdadero secreto para vivir muchísimos años con buena salud y memoria

A estas alturas se ha hablado hasta la saciedad de los superlongevos, esas personas que, no se sabe muy bien por qué, se encuentran en los márgenes de la ciencia dispuestas a desafiarla. Son aquellos que por algún motivo que todavía no se conoce (aunque se han establecido muchas premisas) viven más que el resto, en condiciones de salud superiores a la media de la población.

Son muchas las posibles causas, relacionadas con la dieta, el estilo de vida o incluso la genética. De hecho, incluso algunos científicos ya hablan de las llamadas “zonas azules”: los lugares en todo el mundo donde viven más personas que superan los 100 años y que suelen tener en común ciertas cosas, relacionadas con la alimentación, un estilo de vida más tranquilo o incluso el clima, pues desde algunas islas mediterráneas a la mismísima Okinawa en Japón, parece haber más semejanzas que diferencias.

¿Son estas personas realmente resistentes al deterioro de la memoria relacionado con la edad o tienen mecanismos que les ayuden a superar este deterioro mejor que el resto?

Ahora, un estudio realizado en nuestro país (uno de los más extensos en relación a este tema) ha identificado algunos rasgos más que pueden explicar cómo estos llamados superlongevos conservan su ingenio y su memoria.

De hecho, según Marta Garo-Pascual, estudiante de posgrado en neurociencias en el Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, están más cerca que nunca de resolver una de las cuestiones principales: si estas personas son realmente resistentes al deterioro de la memoria relacionado con la edad o si tienen mecanismos de afrontamiento que les ayuden a superar este deterioro mejor que el resto.

Para ello, el estudio se realizó con dos grupos de 64 y 55 personas respectivamente, ambos con un promedio de 82 años, a los que se les buscaron diferencias en los escáneres cerebrales, pruebas de movilidad, evaluaciones clínicas de salud mental, encuestas de estilo de vida y muestras de sangre. Si sus hallazgos son representativos de los supergerentes en otros países, los resultados sugieren que las mentes ágiles de los supergerentes podrían tener algo que ver con sus cuerpos (también ágiles).

Gozan de mejor salud mental y en su vida cotidiana tienen gran independencia porque pueden moverse con agilidad o recordar cosas sin problemas.

Durante seis visitas anuales, los investigadores rastrearon los factores de estilo de vida de los participantes del estudio, escanearon sus cerebros, tomaron muestras de su sangre y los pusieron a prueba en pruebas de movilidad, ingresando los datos en un modelo de aprendizaje automático encargado de identificar los factores asociados con los superlongevos. De acuerdo con estudios previos, las resonancias magnéticas mostraron que los cerebros de estas personas se ‘encogen’ más lentamente que los cerebros de sus coetáneos durante el período de estudio de cinco años en áreas involucradas en la memoria y el movimiento.

Los superlongevos generalmente eran más activos en la mediana edad, estaban satisfechos con el sueño en su vejez, tenían mejor salud mental y en su vida cotidiana tenían gran independencia porque podían moverse sin problemas, recordar cosas y otros motivos. Por ejemplo, eran más rápidos levantándose de las sillas. Una de las posibles teorías es que realizan actividades que son físicamente más exigentes, como la jardinería o subir escaleras. O quizá tener mejor salud mental es lo que los lleva a tener una velocidad de movimiento más rápida.

Una de las posibles teorías es que realizan actividades que son físicamente más exigentes, como la jardinería o subir escaleras.

Los hallazgos también han descubierto que los superlongevos son más resistentes a los procesos de envejecimiento, aunque las razones detrás no están claras. Investigaciones anteriores han revelado una gran cantidad de neuronas fusiformes, un tipo raro de neurona vinculada a la capacidad de memoria, en sus cerebros. Por lo tanto, sus recuerdos nítidos pueden ser en parte el producto de una lotería biológica tanto como un reflejo de sus elecciones de estilo de vida, conexiones sociales o perspectiva de la vida. Es probable que la genética también desempeñe un papel importante, pero seguirán necesitándose más estudios al respecto.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/


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