El único hotel del mundo donde cada noche encontrarás un poema bajo la almohada

No es un hotel rural cualquiera. En éste, cada noche, el huésped se encontrará con un poema debajo de la almohada antes de irse a dormir. Eso sí, del mismo autor, William Wordsworth (1770-1850), uno de los escritores románticos ingleses más destacados, además de antepasado de los actuales dueños de Finca La Fronda, el encantador alojamiento boutique que nos ocupa. Con apenas siete habitaciones y un precioso patio andaluz, está situado en medio de un bosque de alcornoques, encinas y castaños en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. O uno de los rincones más bellos y desconocidos de Huelva, justo al norte de la provincia, a caballo entre Sevilla y Portugal. El Parque Natural homónimo donde se encuentra es, para más datos, Reserva de la Biosfera de la Unesco.

Allí, los hermanos Cristina, Alec y Mary Wordsworth transmiten ese amor por el entorno rural que ya sintiera su antepasado. No en vano, fue conocido como el poeta de la naturaleza. No solo eso: también fue la fuente de inspiración del título de la mítica película Esplendor en la hierba, dirigida por Elia Kazan e interpretada por Natalie Wood y Warren Beatty en 1961.

Y es que más de un siglo y medio antes del estreno de la cinta, en 1807, el británico había sido quien firmara el poema Oda a la inmortalidad, entre cuyos versos se encontraba la expresión “esplendor en la hierba” que después daría nombre al filme. En él se habla de la infancia y de su inocencia, además de ensalzar de forma desmedida a la naturaleza. Así decía:

Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos,
porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo.

En señal de homenaje, no solo hay libros de Worthsworth por cada rincón del hotel (que cuenta con su propia biblioteca), sino que en la mesilla de noche de cada habitación hay un marcador de páginas con la imagen del cartel de la película en el que aparecen Wood y Beatty. Se trata de un regalo para que se lo leve el huésped tras su estancia en este oasis en mayúsculas destinado a la desconexión y el hedonismo.

En plena naturaleza

El lugar concreto para ello son las afueras de Alájar, uno de los 29 bonitos municipios blancos que salpican la comarca de Aracena, inmersa en un proceso de ecoturismo tanto por parte del gobierno regional como de los diferentes agentes locales, ya sean ayuntamientos, hoteles, restaurantes o empresas de organización de actividades de ocio en la zona.

Potencial tiene de sobra la sierra, como comenta Margarita Arjona, directora de Healing Planet, consultora de turismo sostenible que tiene puesto el foco en Huelva: “El ecoturismo es un gran aliado en el desarrollo responsable tanto humano como natural de los municipios que están integrados en el Parque Natural, por lo que la actividad turística se debe comprometer con la preservación del medioambiente”.

Pues bien, en este bucólico paisaje se localiza La Fronda, muy similar al del Distrito de los Lagos inglés en el que nació el tatarabuelo William y que tantas veces encumbró en sus piezas. “Hay muchos paralelismos entre ese lugar y la Sierra de Aracena, ya que ambos son espacios protegidos y emblemas de la conservación del entorno rural y natural”, comenta Cristina entre los muebles de aire victoriano y rústico del salón.

El mismo estilo se repite en la decoración de todo el hotel, incluyendo el recibidor o las siete luminosas habitaciones, en las que solo se escucha el canto de los pájaros por las mañanas. Igual que en la apetecible piscina al aire libre con vistas a la sierra.

Ese amor a la naturaleza ya lo sintió su padre, Charles W. Wordsworth, tataranieto del poeta inglés, quien compró la finca en 2004 para retirarse en ella junto a su esposa Reyes, española, tras toda una vida laboral en Perú, Reino Unido, Alemania o Madrid,. “Realmente, por su carácter mi padre parecía el español y mi madre la inglesa. Desde que pisó esta tierra, le encantó”, bromea Cristina.

Tardaron cuatro años en convertir la casa en un hotel rural que respetara el entorno. “Ya entonces quisieron construir un edificio con el mínimo impacto visual posible, materiales tradicionales, de una sola planta, sin alterar la flora circundante, energía solar fotovoltaica y térmica y con una iluminación de baja intensidad que no contaminase el cielo nocturno”, continúa.

Apuesta por la sostenibilidad

De ahí que la sostenibilidad siga siendo la piedra angular de la casa. Perdón, hotel. Pero es que el propósito de sus propietarios nunca ha sido otro que hacer sentir como en su propio hogar a los huéspedes. Por eso, en el desayuno cada uno elige los dulces caseros o la mermelada que prefiera. De la confeccionada con fresas de Huelva “dulces, rojas y gordas, por supuesto”, a las de frambuesa y manzana, melocotón con cardamomo y canela o las naranjas amargas que crecen en el patio de la finca. Huelga decir que se aprovechan al máximo los recursos naturales de la finca, ya se trate de castañas, corcho o mandarinas.

De la cocina (sostenible y ecológica) se encarga Alec, quien rescata sabores tradicionales de la sierra en sus platos. También es el artífice del menú degustación de Cenando canciones, una velada musical al estilo de los cafés cantantes franceses en la que el público elige los temas que interpreta, con mucho humor, su creador, el artista y escritor Óscar Rivilla, quien se define a sí mismo como “cantante y sonante” a partes iguales. Los más de seis años que lleva en pie el espectáculo avalan su éxito.

La Fronda también es el cuartel general perfecto para explorar la comarca, desde su capital, Aracena, famosa por arquitectura castiza y la Cueva de las Maravillas, un espacio kárstico único en su género. También se puede realizar una ruta senderista por el Parque Natural de la sierra o una degustación de ibéricos en los pueblos de Jabugo, Linares de la Sierra o Cortelazor. Que por algo estamos en territorio jamonero por antonomasia.

Dentro del hotel también llevan a cabo actividades como tertulias literarias, presentaciones de libros, conciertos, exposiciones, sesiones de astronomía (la Sierra de Aracena cuenta con uno de los cielos más limpios de la península) o incluso catas de ginebras ecológicas de la mano de una de las destilerías más antiguas de España, Martes Santo, creada en 1870 en Higuera de la Sierra, a unos pasos de este paraíso en forma del “único hotel del mundo en el que cada noche encontrarás un poema debajo de la almohada”, como reza en su instagram a modo de presentación. Y confirma, orgullosa, Cristina.

Fuente: https://www.elmundo.es/


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