El Sol lanza una inesperada y masiva nube de plasma contra Marte

Es lo que podríamos llamar un ataque por sorpresa. Uno lanzado sin previo aviso contra Marte, en forma de una ardiente nube de plasma que, según los científicos, podría despojar al planeta rojo de una buena parte de su ya tenue y deteriorada atmósfera. Se trata de una eyección de masa coronal, lanzada por una súbita explosión en la cara oculta del Sol y cuyo impacto con Marte se espera para este mismo viernes.

El inesperado estallido solar fue detectado por varios satélites en órbita terrestre el pasado 26 de agosto, y un análisis más detallado reveló que se trataba de una llamarada de clase M, el segundo tipo de erupción solar más poderoso que existe.

Los expertos, sin embargo, no están seguros de qué fue lo que desencadenó la explosión, ya que no se detectó ningún signo previo, como las manchas solares que suelen preceder a estos eventos, zonas más frías y oscuras de la superficie del Sol desde las que surgen las llamaradas.

Espiando la cara oculta del Sol

Desde la superficie de Marte, que actualmente está en el lado opuesto del Sol que la Tierra, el rover Perseverance lleva ya varios meses espiando lo que sucede en la cara oculta del Sol, en busca de grandes manchas que puedan ser una amenaza para nosotros. La posición orbital del planeta rojo, en efecto, permite detectar las manchas solares hasta una semana antes de lo que es posible desde la Tierra. El último ejemplo fue el pasado 25 de agosto, cuando Perseverance detectó una enorme mancha solar que la rotación del Sol ha colocado frente a nuestro planeta estos días. Pero ni rastro de la mancha que se supone que causó el ‘ataque’ desencadenado el pasado día 26.

La llamarada contra Marte, en efecto, surgió de una zona del Sol que actualmente está oculta a nuestra vista, pero que pronto se volverá hacia nosotros. Y no tiene nada que ver, según los datos de Perseverance, con la gran mancha detectada apenas un día antes, que se encuentra muy apartada.

Pendientes de lo que pase

Hoy, los astrónomos estarán pendientes de todo lo que suceda. Se espera que se produzcan auroras, aunque debido a que la atmósfera marciana es mucho más tenue que la terrestre y contiene cien veces menos gas, esas auroras suelen ser mucho menos brillantes de las que podemos ver en nuestro planeta y, normalmente, sólo resultan visibles en las longitudes de onda del ultravioleta.

Además, el planeta rojo carece también de una magnetosfera adecuada debido a que su núcleo está geológicamente muerto, lo que significa que el planeta está salpicado de campos magnéticos irregulares en forma de hongo, y no protegido totalmente con un escudo magnético, como la Tierra. Como resultado, las auroras marcianas pueden aparecer casi en cualquier parte. Por supuesto, la carencia de ese blindaje magnético propiamente dicho deja a Marte mucho más expuesto a la acción de las energéticas partículas de las eyecciones de masa coronal, que si son lo suficientemente fuertes pueden contribuir a eliminar aún más la delgada atmósfera marciana.

Los científicos ya han visto grandes auroras en Marte en tres ocasiones. La última en 2022, cuando el orbitador Hope de Emiratos Árabes Unidos detectó extrañas auroras parecidas a gusanos zigzagueando por todo el planeta. En 2014, la nave espacial Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) de la NASA también detectó auroras en el hemisferio norte de Marte, y en 2004, la nave espacial Mars Express de la Agencia Espacial Europea las captó en el hemisferio sur del planeta.

Fuente: https://www.abc.es/


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