El plan de la NASA para deshacerse de la Estación Espacial Internacional

La Estación Espacial Internacional (ISS) es un proyecto de colaboración multinacional entre cinco agencias espaciales, como la NASA, Roscosmos, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

En sus orígenes, la ISS se construyó para ser un laboratorio, observatorio y fábrica a la vez que suministra transporte, mantenimiento y una base en la órbita terrestre baja para misiones lunares, marcianas y de asteroides. Y actualmente, proporciona una plataforma para hacer investigaciones científicas para llevar a cabo cualquier experimento espacial.

Si nos remontamos a la fecha de lanzamiento, el 20 de noviembre de 1998 se produjo el lanzamiento del primer módulo de la Estación Espacial Internacional desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, siendo “el comienzo del ensamblaje en órbita del extraordinario complejo espacial”, según la ESA.

La ISS podría finalizar su actividad espacial en 2031 después de casi 25 años de actividad, además, Space.com informa que “la NASA quiere desarrollar una nave espacial capaz de dirigir la Estación Espacial Internacional a una destrucción controlada en la atmósfera de la Tierra cuando se acabe su tiempo en órbita”.

El medio citado señala que se presentó la solicitud del presupuesto federal de la Casa Blanca para 2024, un documento en el que se incluye la cantidad de 27.200 millones de dólares para “iniciar el desarrollo de un nuevo remolcador espacial que podría desorbitar de forma segura la ISS sobre el océano”.

Dicho remolcador complementará las capacidades de salida de órbita existentes de los socios de la Estación Espacial Internacional, teniendo en cuenta que el plan actual para derribar la estación de manera segura está basado en la quema de motores de los vehículos Progress de carga robóticos.

A partir de ese momento, la ISS perdería altitud de forma gradual para que entre de forma controlada en la atmósfera, así pues, la estación se rompería y los escombros caerían en la zona deshabitada del Pacífico Sur.

De momento, el Congreso debe aprobar el presupuesto y la NASA podría realizar cambios en su informe de destrucción.

Fuente: https://www.20minutos.es/


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