El loco andar de una revista
Que la revista institucional de una organización, sea esta del sector público o privado, cambie de nombre cuatro veces en menos de ocho años, si no es un record mundial por lo menos debe estar entre los primeros lugares.
Precisamente esto es lo que ha ocurrido con el órgano de difusión del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).
Revista Halcón, hasta el año 2000; Revista Vuelo Seguro, desde el 2000 hasta el año 2004; Aero Magazine, durante la gestión del licenciado Norge Botello; y desde abril de 2008 a la fecha, Revista Aerovías.
Más que un simple cambio de nombres, este hecho refleja la fragilidad institucional de esta importante entidad del Estado Dominicano. Todo el que llega viene con su librito nuevo.
Inventos de todo tipo, hasta pretender hacer una revista bilingüe, sin lograr siquiera definir un perfil editorial. Y puesta en manos de muchos, en algunos casos sin contar con los más elementales conocimientos de los fundamentos de la comunicación social.
A veces revista de sociales, en otras una publicación de un contenido vacío o con informaciones desactualizadas, sin duda alguna que se requiere repensar su razón de ser.
En su actual etapa como Revista Aerovías, nombre que revela muy poca creatividad, no ha logrado siquiera establecer una periodicidad. Para confirmar esto, sólo tienen que ver las fechas en que se han publicado sus seis ejemplares, siendo el último hace cerca de un año.
En vista de la reciente creación del Comité Editorial del IDAC, no sería mala idea que se comenzara por la casa y que, de manera definitiva, se trate de lograr un medio de difusión que perdure en el tiempo y que acabe con su lastimosa penitencia.