El impacto del calor y las altas temperaturas en los neumáticos: señales de alerta
En el verano, los desplazamientos por las carreteras de toda España aumenta considerablemente, sobre todo debido a los trayectos hacia destinos de playa. Por ende, estos viajes con el coche también suelen ser más largos de lo normal, así que es crucial tener el vehículo en perfectas condiciones para evitar imprevistos que arruinen las vacaciones. Uno de los elementos del automóvil que hay que tener en muy buen estado son los neumáticos, esenciales para una conducción suave.
Aunque cuidar su aspecto también es importante, es fundamental que los neumáticos estén en un estado idóneo para hacer viajes largos, ya que con las altas temperaturas que sacuden España durante la temporada estival, se deterioran más de lo habitual. Por ello, es primordial conocer las situaciones que se dan si las ruedas sufren un excesivo desgaste, para así poderlas solventar lo más rápido posible y eludir males mayores.
La presión, el síntoma de problemas en los neumáticos
Si notas que al conducir el coche pierde estabilidad en varios momentos y no frena adecuadamente, ni en cuanto a potencia ni a distancia, lo más probable es que la presión de las ruedas haya aumentado notablemente, algo que sucede cuando hay altas temperaturas y un excesivo calor. Por ello, lo ideal es bajarla un poco para compensarlo, aunque siempre por encima del mínimo que recomienda el fabricante.
Eso sí, también hay que tener muy en cuenta la carga con la que se vaya a viajar, ya que los neumáticos no sufrirán lo mismo con el coche descargado de equipaje que con el maletero repleto. Otro indicador de que hay un problema en los neumáticos es la falta de endereza: si notas que el coche se va ligeramente hacia la izquierda o la derecha, puede deberse a que las ruedas no están correctamente alineadas, por lo que hay que solucionarlo de inmediato.
Otra de las partes más importantes de los neumáticos es la profundidad de las bandas de rodadura. El límite está en 1,6 milímetros, pero lo idóneo sería no tener que llegar a ese extremo, ya que unas ruedas con poco dibujo pueden provocar un aumento considerable en la distancia de frenado, lo que a su vez es muy peligroso en carretera. Por ello, si tras una inspección visual compruebas que no hay apenas hendiduras en los compuestos, es urgente cambiarlos.
Revisar el estado de los neumáticos es una parte imprescindible de la revisión que se debe hacer el coche antes de encarar un viaje. Además, circular con unas gomas en perfecto estado no solo garantiza una mayor seguridad en la carretera, sino que también ayuda a reducir el consumo de combustible, algo vital en los trayectos largos.
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