El grave error que todo el mundo comete al inflar los neumáticos
La presión de los neumáticos es un elemento esencial, pero a menudo pasado por alto en términos de seguridad vial. Estos componentes son fundamentales para transferir el movimiento y la capacidad de frenado del coche al suelo, al mismo tiempo que se adaptan a las condiciones del terreno.
Por esta razón, es crucial realizar revisiones periódicas para garantizar que mantengan la presión adecuada y no exhiban desgaste o daños. Ignorar estos aspectos podría poner en peligro no solo tu propia seguridad, sino también la de los ocupantes. No subestimes la importancia de cuidar adecuadamente tus neumáticos para un viaje seguro y sin contratiempos.
El error común al inflar los neumáticos
Una creencia muy extendida que hace que se inflen demasiado los neumáticos es que el sonido que se escucha al retirar la goma indica que se está perdiendo aire.
Pero esto no es cierto, ya que muchas veces ese sonido solo corresponde al aire que sale de la goma y no de la válvula.
Para evitar este error, se recomienda usar un manómetro fiable al hinchar las ruedas del coche. Es importante elegir uno adecuado, porque algunos pueden dar lecturas erróneas y hacer pensar que el neumático tiene la presión adecuada cuando en realidad está sobreinflado.
Este hábito puede tener diferentes motivos. Uno de ellos es el sonido engañoso que mencionamos antes, que puede confundirse con el del aire que sale del neumático.
Este malentendido puede provocar una presión excesiva, ya que el neumático solo pierde aire por la válvula.
Por qué no debes poner más presión a los neumáticos
Inflar en exceso los neumáticos es un error común y comprensible, especialmente cuando el indicador de aire parece jugar al despiste. Conlleva riesgos significativos, y el desgaste prematuro encabeza la lista. Tus neumáticos sufrirán un desgaste desigual, con el centro llevándose la peor parte.
Además, la pérdida de tracción se vuelve una amenaza latente. En condiciones normales de conducción, la posibilidad de perder tracción, dar giros no deseados o, peor aún, encontrarse en medio de un accidente aumenta.
Esta amenaza se intensifica en condiciones invernales, donde la pérdida de agarre puede tener consecuencias graves. La solución a este dilema es simple y segura: sigue las recomendaciones del fabricante de tu coche.
El PSI óptimo no es arbitrario; se establece considerando factores cruciales como el desgaste, la comodidad de conducción, la eficiencia del combustible y, lo más importante, la seguridad en la carretera. Ignorar estas recomendaciones puede traducirse en riesgos innecesarios.
Fuente: https://computerhoy.com/