El pasado 14 de mayo 2017 un funcionario público declaraba en el periódico El DIA “que hace un llamado a fortalecer el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), para defender el gobierno de Danilo Medina”. Esto resulta extremadamente extraño tomando en consideración quien hace el llamado, es una persona que reacciona más por un principio personal, que por los principios partidarios.

Esta declaración resulta un poco contradictoria por el origen del llamado a la “unidad y fortalecimiento PLD”, si las acciones de algunos funcionarios públicos viene a estar conducida hacia la división de gremios, que ellos mismos representaron, sindicatos del transporte y otras asociaciones profesionales. Pero esas divisiones trascienden más allá y llegan a su propio partido político, llegando a los extremos del maltrato a compañeros que poseen meritos políticos pero son marginados y rechazados, para darle espacio a los que solo quieren cobrar cada fin de mes, por ser amigos y hermanos, de funcionario de turno. Es sorprendente que se pretenda llamar a la unidad, cuando esos mismos son quienes lo dividen todo y viven buscando la forma de poder mantener su estatus y posición, por encima muchas veces del interés partidario. Fortalecer el PLD solo es posible por medio de la unidad partidaria y que eso quede claro, “llamar a fortalecer no es suficiente, dejar de maltratar es más necesario”.

A esos funcionarios que llaman a la defensa del PLD, son los primeros que maltratan a sus propios compañeros de partido por pensar diferentes o ser de otro grupo, que lo definen como adversarios.

Cabe recordarle lo siguiente, aquellos que ya tienen su vida resuelta gracias a su propio partido y compañeros, esos a los que marginan y maltratan son quienes les ayudaron a construir su futuro material, abrazando los ideales del profesor Juan Bosch, pero que hoy son pateados y desconsiderados de una manera burla y descarada, por el solo hecho de no coincidir con sus intereses personales. Cabe el paralelismo siguiente; “Ser peledesita nos convierte en la misma especie, por lo tanto comerse un compañero de otra camada, por no pertenecer a la suya, es canibalismo político” y en eso hemos caído, por pretender conservarse intocables e incuestionables.

No se llama a la unidad del PLD así, sabiendo de quien hablamos si se lleva con sus acciones el futuro de un compañero partidario y el de su familia, solo para demostrar que el está por encima del partido, con el solo hecho de pretender que se les deban a ellos y no a su propio partido. El partido debió ser lo primero y los compañeros que ayudaron a construir el proyecto de nación del presidente Danilo Medina que hoy se les llama a defender, “TAMBIÉN”, porque esas personalidades y dirigencia del PLD evidencian constantemente que su agenda única son sus intereses personales, para que ahora se despachen descaradamente llamando a fortalecer el PLD. Es necesario mayor coherencia política y mayor nivel de responsabilidad, ante una declaración de esta naturaleza.

Revísense esos que llaman a unidad, esperando que entiendan que lo que pasa en el PLD, es el resultado de la arrogancia y soberbia de unos pocos, que les salpica a muchos. Que sea una lección de vida, para los que pretendan llamar a la unidad y traten si el tiempo les deja, “ver atrás a los compañeros que debieron abrazar y debieron unificar y conservar en el tiempo”.

Pero aun nos queda fe, esperando que la vida nos ayude entender el porqué se muta tan rápido en el poder. Por eso creemos que llamar a la unidad es un falso positivo, del funcionario público que lo hace.