El destino turístico que parece el Gran Cañón del Colorado pero está en España

Si hay un paisaje típicamente estadounidense que todos hemos presenciado aunque no hayamos estado nunca en ese país es el Gran Cañón del Colorado. Esta espectacular escarpada garganta excavada por el río Colorado a su paso por el norte del estado de Arizona ha servido de escenario o inspiración a infinidad de películas y quizás por eso es uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a EEUU. Sin embargo, no es necesario viajar tan lejos para disfrutar de un paraje similar, salvando las distancias. Lo tenemos en España, a poco más de una hora en coche de Madrid.

Se trata de Las Barrancas de Burujón, a 100 kilómetros de la capital y a solo 30 de la ciudad de Toledo, uno de los rincones más hermosos de Castilla-La Mancha, un espectáculo de la naturaleza único, con acceso libre, al que se puede llegar tanto en bicicleta como en coche.

Cuatro kilómetros de senda para todos los públicos

Las Barrancas se encuentran en los términos municipales de Albarreal de Tajo, Burujón y La Puebla de Montalbán, en la orilla norte del embalse de Castrejón. Sus cárcavas y gargantas de color rojizo son el resultado del paso de 25 millones de años en los que el agua y el viento han ido erosionando y socavando el terreno arcilloso que se arremolina alrededor de dicho embalse. Se extienden a lo largo de aproximadamente un kilómetro y llegan a alcanzar más de 100 metros de altura, siendo su punto más alto el Pico del Cambrón.

La ruta que se puede realizar, bautizada Senda Ecológica de las Barrancas, es un recorrido de 4 kilómetros partiendo desde el aparcamiento. Es un trayecto de poca inclinación, ligera, que se hace en dos o tres horas, dependiendo del nivel físico, y que es asequible a todo tipo de edades. Aparte de resultar un paisaje impresionante, se puede disfrutar también de su amplia diversidad de fauna y flora.

Fauna y flora de gran riqueza

En cuanto a la fauna, además de liebres y conejos, Las Barrancas son el hogar de una gran cantidad de aves. Por ejemplo, cigüeñas, ánades, patos, garzas, martinetes y cormoranes. También algunas especies amenazadas, como el halcón peregrino, el águila imperial ibérica, el águila perdicera, el aguilucho lagunero, el búho real, la lechuza común, el cernícalo vulgar y el buitre negro.

Respecto a la flora, aquí conviven dos tipos de vegetación. Por una parte, la que crece junto a las riberas, enmarcadas las aguas con cinturones de altos carrizos, eneas, sauces o tarajales, cuyos mimbres rojizos enlazan el paisaje. Por otra, la flora mediterránea, tomillo y romero, que se abren paso entre almendros y retama de bola, escoltados por efedras y enebros.

En definitiva, todo un espectáculo de la naturaleza del que se puede disfrutar durante todo el año, puesto que cada estación le insufla su particular encanto.

Fuente: https://www.uppers.es/


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