El cinturón de seguridad, un elemento de seguridad pasiva que aprieta pero salva la vida
Abrimos el artículo con la triste noticia del siniestro vial sucedido en Xove (Lugo) y con el resultado tan dramático que conocemos y donde podemos hacer un análisis de unas características comunes que hacen de la juventud un colectivo vulnerable o de riesgo por varios factores en el campo de la seguridad vial y que pasamos a detallar.
Primero, la edad, fundamental por la madurez que se desarrolla en una persona a lo largo de la vida donde no se percibe la responsabilidad de la misma manera con la frase conocida de quien no hizo de las suyas de joven. En segundo lugar el género, una cualidad física donde pondera el género masculino en asumir más riesgos a la hora de conducir por un tema hormonal diferente al de la mujer. Y ya como tercer punto, la experiencia que en muchas ocasiones se asume el rol del exceso de la confianza pasado unos años donde la pericia a la hora de resolver un riesgo es fundamental en muchas ocasiones.
Visto los anteriores puntos y conocidos por la información aportada por los medios de comunicación cuatro de los fallecidos en el accidente de estos jóvenes de Lugo supuestamente no llevaban el cinturón de seguridad. Por ello, cabe recordar de nuevo ciertos aspectos de la importancia de este elemento de seguridad pasiva tan importante.
Un invento de seguridad pasiva revolucionario
En el año 1959, el ingeniero sueco Nils Bohlin creo lo que denominó el cinturón de seguridad de tres puntos y que ha sido y será el elemento de seguridad pasiva que más vidas salva.
La importancia de recordar del uso del cinturón de seguridad en todas las plazas del vehículo ya que en caso contrario la persona saldrá proyectada hacía delante con un peso que nadie cree que puede llegar adquirir como muestra la presente imagen. Importante también es llevar el reposacabezas a la altura adecuada para evitar una lesión así como complementarlo con el correcto uso del cinturón de seguridad que junto a los airbags minimizarán las lesiones que pueden producirse en caso de un siniestro vial.
Desechar cualquier tipo de leyenda urbana sobre el uso del cinturón de seguridad haciendo énfasis en informar que cualquier pasajero que no haga uso del mismo puede salir proyectada por una de las ventanillas, más lejos de la ficción está la realidad de los fallecidos en muchas ocasiones en ese tipo de siniestros con el resultado tan evitable si hubiera hecho uso del mismo.
El cinturón no es cuestión de moda es cuestión de interiorizar que desde el mismo momento que montamos en un vehículo tiene que ser un hábito a no olvidar.
Muchos son los cambios legislativos y de implantación de medidas para mejorar la seguridad vial. La del uso del cinturón de seguridad llegó en 1974 y en las plazas traseras en el año 1992, con lo que se mejoró la seguridad vial de todos los ocupantes.
Hoy la Dirección General de Tráfico dispone de cámaras que realizan una toma de fotografías en determinadas fases para controlar el uso del mismo, dispositivos instalados en los paneles alfanuméricos.
Ciudades que caminan. Reduciendo el uso del vehículo
Me satisface el saber que ya se están tomando iniciativas por parte de centros educativos en potenciar que el escolar venga andando al colegio pero quedando pendiente esa reducción en muchas ocasiones forzosa de llegar en un vehículo al centro escolar. Ya existe una red denominada “Ciudades que caminan”, que tratan de potenciar que el peatón camine y se reduzca el uso del vehículo.
Sirva de reflexión la presente imagen a pesar de muchos de las opiniones contrarias al respecto pero el futuro de las ciudades es ya un presente en esa necesidad de reducción del automóvil.
Dos segundos que salvan vidas
Ya había pensado que se había superado el dato de las personas que no hacen uso del cinturón de seguridad pero la realidad nos muestra que esa tendencia aún cuesta más de 100 vidas al año, según los datos que arroja la DGT en el balance anual.
Cuesta creer que algo que se realiza en un par de segundos nos puede salvar la vida y cuesta creer que exista justificación o reticencia la tienen todavía mucha gente.
Desde aquí quiero indicarle todo lo contrario, que el cinturón de seguridad nos va salvar la vida en caso de producirse un siniestro vial, que nos va minimizar las consecuencias que puede producirse dependiendo del tipo de siniestro vial. Animo a borrar la imagen que les traigo que hoy nos puede suponer incluso un delito contra la seguridad vial.
Volver a tiempos pasados donde la imagen que les muestro era muy común me hace pensar que todavía queda mucho trabajo por hacer desde la concienciación, la sensibilización, la propia educación y, por supuesto, la vigilancia y el control para evitar que algo tan evitable nos salve la vida.