El avión ‘invisible’ ruso derribado en Ucrania es clave para la última debacle militar de EE.UU.

Un exoficial del Pentágono ha revelado nuevos detalles cruciales sobre el reciente derribo del avanzado dron ruso S-70 Okhotnik-B. En declaraciones a Air & Space Forces —una de las principales publicaciones del mundo sobre defensa, aeroespacial y poder aéreo— esta fuente no identificada afirma que los restos del dron van a proporcionar “una visión profunda” de las verdaderas capacidades de la tecnología furtiva y de drones de Rusia. Pero, con la información de la que disponemos, la fuente da nuevas pistas no reveladas hasta ahora.

Para empezar, el antiguo alto funcionario de la Fuerza Aérea estadounidense afirma que las imágenes y naturaleza del derribo a manos de un piloto de un Su-57 Felón ocurrido en la frontera de Rusia con Ucrania revelan claramente que el S-70 “no estaba escoltando al Su-57”. Las dos aeronaves, apunta, no estaban llevando a cabo una misión en equipo de avión tripulado con uno tripulado, como los Skyborg y otros drones norteamericanos.

También descarta totalmente la idea de que el S-70 estuviera probando capacidades similares a las que se prevén para el programa de aviones colaborativos de combate (CCA) en desarrollo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. “No diría que esto es un ‘CCA’ en absoluto… más bien se trata de un UCAV [Vehículo Aéreo de Combate No Tripulado] que perdió el control y los rusos enviaron un Su-57 para derribarlo”. Según las autoridades rusas, sin embargo, el Okhotnik puede “extender” el alcance del radar del Su-57.

Farol del Kremlin

Un analista de aeroespacial militar familiarizado con el programa de drones ruso apuntó que los rumores de internet y las afirmaciones rusas sobre las capacidades de CCA del S-70 y el Su-57 no son ciertas. Esto sería un farol del Vladimir Putin, dice, como otras de sus armas fantásticas que siguen fallando: “[Mientras que] China está persiguiendo el concepto de CCA, Rusia, no tanto”. El S-70 es una aeronave de gran tamaño, con una envergadura de 20 metros. Su desarrollo comenzó hace más de una década, y se sometió a pruebas de vuelo entre 2019 y 2023. Se especuló que la producción en serie limitada comenzaría en la segunda mitad de 2024, por lo que es posible que esta unidad derribada fuera una prueba de desarrollo u operativa previa al inicio de la producción.

El exoficial del Pentágono también afirma que resulta sorprendente que los rusos expusieran un Su-57 a las defensas aéreas ucranianas, considerando que Rusia solo posee alrededor de 30 unidades del Felón, de las cuales una docena están configuradas para pruebas y el resto son operativas. “Debieron tener una buena razón”, asegura. Esto es aún más sorprendente cuando sabemos que el Kremlin está intentando mantener a sus supuestos aviones furtivos de quinta generación lejos del frente porque, según los analistas de EEUU y la OTAN, no son furtivos y están muy expuestos a los misiles occidentales en Ucrania. De hecho, el único Su-57 alcanzado por Ucrania estaba en una base a más de 600 kilómetros del frente.

Juegos de guerra

Una posibilidad poco probable, apunta, es que todo el incidente haya sido orquestado. Rusia podría haber colocado intencionalmente una estructura obsoleta o engañosa en manos occidentales para que las defensas aéreas ucranianas y de la OTAN malgastaran esfuerzos buscando un dron “que no va a volver”, sugiere el exoficial.

Por otra parte, puede ser simplemente un fallo producto de un nuevo gran error que realmente nos da una visión real de la capacidad de los drones rusos. Es posible de que los restos puedan confirmar si alguna tecnología recuperada del dron RQ-170 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos abatido por Irán en 2011. El 4 de diciembre de ese año, fuerzas iraníes interceptaron y capturaron un RQ-170 Sentinel que operaba sobre el espacio aéreo iraní. Este dron furtivo fue capturado casi intacto. Irán se lo quedó para estudiarlo e intentar replicar aspectos de su diseño. Esto podría haber permitido tanto a Irán como a Rusia acceder a tecnología avanzada estadounidense,. Irán ha estado suministrando drones a Rusia pero todavía no sabemos hasta dónde ha llegado su colaboración respecto al RQ-170. El análisis de los restos del S-70 derribado en Ucrania será clave para determinar hasta que punto la tecnología del Sentinel fue efectivamente analizada e integrada en sistemas enemigos.

Todavía queda mucho por descubrir

Pronto tendremos respuesta. Los restos del S-70 Okhotnik-B están en manos de las fuerzas ucranianas y sus aliados despues del derribo al norte de Donetsk. En las imágenes y vídeos capturados se puede observar al Su-57 ruso persiguiendo y disparando un misil aire-aire de corto alcance contra el S-70, provocando la caída en barrena del ala volante. Aunque gran parte del dron fue destruido, gran parte del fuselaje del S-70 así como sus tripas quedaro intactas en parte. El motor, aunque aplastado en el impacto, también se mantuvo en su mayoría intacto. Entre los restos se encontraron componentes de una bomba planeadora rusa.

A pesar del análisis del exoficial del Pentágono, el motivo real por el cual Rusia decidió derribar su propio dron seguirá sin estar claro durante algún tiempo. Probablemente, quizás el público nunca lo conozca. Por ahora, lo más lógico es pensar que el incidente refleja las enormes faltas de tecnología y componentes electrónicos, así como la corrupción rampante en el decadente complejo militar ruso.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*