Efecto elefante: qué es y cómo evitar este peligro al volante

Manejar un coche o cualquier vehículo necesita una autorización oficial. Por ello, es necesario conseguir un carnet oficial que nos autorice a conducir al mismo tiempo que aprendemos las normas o posibles situaciones peligrosas que podemos vivir en esos momentos.

Conducir un vehículo, así, es una de las mayores responsabilidades que existen. Manejar cualquier tipo de aparato puede suponer, además, un peligro según las acciones que llevemos a cabo por lo que los permisos se vuelven esenciales en este campo.

Así las cosas, el concepto de la seguridad vial es uno de los puntos más importantes en una sociedad. Cada año cientos de personas fallecen, desgraciadamente, en las carreteras de todo el mundo debido a diferentes circunstancias. Entre estas suelen destacar el consumo de alcohol al volante o el exceso de velocidad, algo que los nuevos vehículos tratan controlar con nuevos sistemas aunque el factor humano sigue siendo clave.

En España, además, se ha trabajado mucho este aspecto. Para tratar de reducir todo lo posible las muertes en la carretera se han tomado todo tipo de medidas para acabar con la mayor parte de los accidente. Así, la encargada de la planificación y seguridad vial en nuestro país es la Dirección General de Tráfico (DGT) que elabora sistemáticamente distintas modificaciones o actuaciones para tratar de mejorar la seguridad relacionada con los vehículos en las carreteras españolas.
Coches, motocicletas, camiones y demás se rigen bajo las normas establecidas por la DGT para tratar de tener una seguridad vial adecuada y que las vidas de los conductores no se encuentren en peligro. En este sentido, además, gracias a muchos cambios implantados en los últimos años las muertes en las carreteras españolas han descendido de forma considerable.

Efecto elefante

Entre todos los accidentes que pueden ocurrir algunos cuentan con gran parte de culpa por parte de los conductores. Por ejemplo, uno de los más conocidos es el “Efecto elefante” que se produce cuando “un pasajero que viaja en el asiento trasero no se abrocha el cinturón de seguridad y se produce un frenazo, este golpea a quien marcha en el asiento delantero con una fuerza que equivale, en función de su peso y velocidad del vehículo, al peso de un paquidermo”.

Además, la DGT en su propia revista alerta de que no solo se lesiona el pasajero sin cinturón. Cuando el impacto es considerable los integrantes delanteros del vehículo también pueden ser dañados. Incluso, según la propia dirección “a una velocidad tan baja como 60 km/h, un pasajero que pese 75 kilos golpearía el asiento delantero con una fuerza equivalente al peso de un elefante de 4,2 toneladas”. Por ello, se considera que puede llegar a pesar como un elefante causando graves daños.

La mejor forma de evitarlo

Para no sufrir este efecto el consejo de la DGT es muy claro. La dirección nos dice que debemos asegurarnos antes de arrancar que todos los integrantes del vehículo cuenten con el cinturón bien abrochado. Además, no debemos olvidar que también tenemos que controlar todos los objetos del coche porque pueden causar los mismos daños si no se encuentran sujetos.

Fuente: https://www.larazon.es/


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