Dodgers a un paso de saborear la corona de campeones
Puede ser que la Serie Mundial del 2020 entre los Dodgers y Rays esté destinada a disputarse en la mayor cantidad de choques posible después de una corta temporada y que desde el principio estuviera rumbo a un Juego 7.
Si observas a Tampa Bay jugar, notarás que es un rival difícil y que no da ni un paso atrás hasta que termina el partido.
Por eso, no cabe duda de que los Rays pueden responder y ser campeones tras estar abajo 2-3 en el Clásico de Otoño.
Pero si el conjunto de Los Ángeles es el que se lleva el título, sea el martes o el miércoles, lo que lograron en el Juego 5 el domingo será visto como una de las mayores victorias que consiguieron en la Serie Mundial, como fue cuando fueron campeones por última vez, cuando Kirk Gibson pegó un jonrón en el Juego 1 — uno de los cuadrangulares más famosos en la historia del Clásico de Otoño — contra Dennis Eckersley en 1988.
Y éste es el motivo: Son pocas las veces en la historia de la Serie Mundial que un club se recupera de una derrota como la que sufrieron los Dodgers en el cierre de la novena entrada del Juego 4, cuando los Rays anotaron dos carreras después dos errores en la misma jugada, y hasta sobrevivieron un tropezón del cubano Randy Arozarena tratando de anotar.
Podemos hacer una lista de los finales o partidos más insólitos en la historia del Clásico de Otoño, pero cuando te fijas en lo que pasó en el siguiente encuentro, o cómo terminaron las series, la mayoría de los equipos no se recuperó. Por eso, el impacto del golpe sería muy fuerte para levantarse.
Pero Los Ángeles respondió detrás de Clayton Kershaw, el poder de Joc Pederson y Max Muncy y el gran relevo que incluyó a Blake Treinen recordando cómo ser la clase de cerrador estelar que fue con los Atléticos hace poco tiempo.
El derecho logró ponerle punto final al partido una noche después de que Kenley Jansen no pudo. Los Dodgers esta vez sobrevivieron la novena entrada. Lo más evidente fue que se recuperaron.
Los Medias Rojas de 1986 nunca pudieron hacerlo después de que estuvieron a un out de conquistar la Serie Mundial contra los Mets, cuando tenían una ventaja de dos carreras en el cierre del 10mo episodio.
Gran recuperación. Luego de la dolorosa derrota en el cuarto juego, demostraron gallardía y fogosidad al imponerse a los Rays y colocarse a un triunfo
del campeonato.
No se recuperaron
Los Patirrojos contaron con un día extra para recuperarse, debido a que el siguiente partido fue pospuesto por lluvia, y de todas maneras perdieron el Juego 7. Después de que Kirby Puckett pegó un bambinazo de oro contra Cherlie Leibrandt en el Juego 6 del Clásico de Otoño del 1991, los Bravos también cayeron en un inolvidable Juego 7, cuando Jack Morris salió airoso en un duelo de 1-0 contra John Smoltz.
Los Yankees nunca se recuperaron después del Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004 y no volvieron a ganar otro partido. Los Bravos de 1996, en una jornada cuando tuvieron la oportunidad de irse arriba 3-1 contra los Bombarderos, no volvieron a ganar después de que Jim Leyritz se volara la cerca contra Mark Wohlers para empatar el compromiso.
Los Rangers tenían una ventaja de dos carreras y estaban a un strike de ganar la primera Serie Mundial en la historia del equipo en el Juego 6 contra los Cardenales en el 2011, cuando David Freese empató el partido con un triple que el dominicano Nelson Cruz no pudo atrapar en el cierre de la novena entrada.
San Luis luego estaba abajo por dos carreras en la 10ma, otra vez a un strike de salir derrotados, antes de empatar 9-9. Finalmente, Freese pegó un bambinazo decisivo en la 11ma. Los Cardenales, por supuesto, se llevaron el Juego 7.
Claro que hay excepciones. La más destacada es el regreso de la Gran Maquinaria Roja de 1975 para triunfar en el Juego 7 contra los Medias Rojas tras caer en un épico Juego 6.