Detención de periodista en Aeropuerto Las Américas es atropello indignante
La detención el pasado viernes del periodista Rafael Castro, mientras realizaba sus funciones como corresponsal del Periódico Listín Diario en el Aeropuerto Las Américas (AILA), constituye un atropello indignante que no puede ser visto con indiferencia.
Nosotros, que de manera particular tenemos el honor de compartir con Rafael Castro cubriendo esa importante fuente noticiosa desde hace ocho (8) años, reprochamos ese cavernícola acto represivo.
El periodista Castro es un profesional serio y muy respetuoso de todas las normativas de la seguridad aeroportuaria, lo cual está avalado por sus más de treinta y cinco (35) años haciendo periodismo responsable desde el AILA; de lo cual podemos brindar fe y testimonio.
Los militares y miembros de los diferentes organismos de seguridad del Estado Dominicano que realizan sus funciones en los diferentes aeropuertos, deben entender que esas terminales no son cuarteles y que todas las otras personas que laboran en los mismos también merecen un respeto; al igual que a ejercer su derecho a la libertad de expresión e información.
En este caso, esperamos que el Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) ordene una investigación exhaustiva y aplique los correctivos de lugar.
Pero que sepan que los periodistas acreditados en el Aeropuerto Las Américas seguiremos realizando nuestras labores haciendo uso de las prerrogativas que nos otorgan la Constitución y las leyes, ¡sin temor a ningún tipo de represión o represalias!
Finalmente, nos permitimos reproducir el editorial del día de hoy del Periódico Listín Diario:
Otro atropello contra la prensa
Rafael Castro es el periodista que tiene asignado el LISTÍN DIARIO en las fuentes aeroportuarias y su trabajo diario, desde hace muchos años, lo cumple regularmente en el aeropuerto de Las Américas.
Su conducta ha sido intachable y sus reportes noticiosos siempre han estado ajustados a la verdad. Nunca ha transgredido las normas internas que traza la empresa que administra esa terminal, pero tampoco las que establecen las autoridades militares, aeronáuticas, aduanales y de migración.
Inexplicablemente, Castro fue sometido a un humillante abuso y a un exceso de poder por parte del encargado de la seguridad del aeropuerto, al retenerlo durante una hora en sus oficinas para someterlo a un interrogatorio durante el cual le fisgonearon su teléfono celular en busca de fotografías y le prohibieron hacer entrevistas.
Todo vino a resultas de una queja que en esos momentos hacía al periodista Castro el gerente general de la línea aérea Condor por los largos retrasos que le estaba ocasionando a sus vuelos el sistema de chequeos de los miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESAC).
El gerente Nelson Pérez se quejó ante el periodista de que el CESAC solo coloca un agente para hacer los chequeos secundarios a centenares de pasajeros, una denuncia que según él ha hecho varias veces ante ese organismo y la empresa Aerodom.
Tanto el gerente de la línea como el periodista del LISTÍN DIARIO en el aeropuerto fueron llevados prácticamente presos a la sede central del CESAC y allí los sometieron a interrogatorios.
Lo grave es que en el caso de Castro, incurrieron en una desfachatada coerción contra el libre ejercicio periodístico para obligarlo a revelar sus informaciones, le requisaron su teléfono con intenciones de hallar fotos y borrarlas y, sin mediar disposiciones de la justicia, lo mantuvieron una hora casi en condición de prisionero en la sede del CESAC.
Para el LISTÍN DIARIO, esto es un abuso que condenamos con toda la indignación que cabe, no porque se trate simplemente de un periodista de nuestra empresa, sino porque Rafael Castro ha sido un profesional respetuoso, cumplidor de sus responsabilidades, un hombre decente, no un troglodita, delincuente o narcotraficante para que mereciera este maltrato.