Descubren una nueva ruta para salir del sistema solar
Las distancias en el espacio son tan enormes que nuestras naves necesitarían meses para llegar al planeta más cercano y decenas de miles de años para llegar a la estrella más próxima. Sin embargo, cuando se trata surcar el espacio, nunca se debe pensar en líneas rectas: para navegar por las estrellas y los planetas conviene aprovechar el empuje gravitacional de los planetas para ahorrar combustible y adquirir mayores velocidades, además de para hacer las maniobras cuando los objetos están en las posiciones más ventajosas. Es, por tanto, necesario aprovechar a las ventanas de lanzamiento, periodos de tiempo en los que las condiciones son óptimas.
Pero, ¿qué hay de las afueras? ¿Hay forma de cubrir las vastas distancias del sistema solar exterior de forma eficiente? Un equipo de investigadores del observatorio astronómico de Belgrado, en Serbia, ha descubierto algo así como un conjunto de «autopistas» espaciales para dejar el sistema solar, y viajar desde Júpiter a Neptuno. Sus conclusiones se han publicado en la revista científica « Science Advances».
Gracias al análisis de las órbitas de millones de asteroides y cometas, un equipo dirigido por Nataša Todorović ha detectado la presencia de una «auténtica autopista celestial», que permite la migración de objetos entre Júpiter y Neptuno en cuestión de décadas, en vez de cientos de millones de años, como ocurre fuera de estas vías.
Autopistas entre colectores
Dichas vías de comunicación son así como arcos que aparecen cerca de unas zonas concretas, situadas en el entorno de cada planeta, y a las que han llamado colectores espaciales, tal como ha informado « Sciencealert.com».
La detección de estas rutas ha sido posible gracias al estudio de distintas poblaciones de pequeños objetos. En concreto, han estudiado los cometas de la familia Júpiter, los centauros (unos objetos que se comportan como asteroides y cometas y que se encuentran entre Júpiter y Neptuno) y los objetos transneptunianos, cuerpos situados más allá de Neptuno.
Los modelos astronómicos suelen mostrar que los objetos transneptunianos tardan del orden de miles de millones de años en convertirse en objetos de la familia de Júpiter. Sin embargo, los autores de este estudio han averiguado que no siempre es así.
Un viaje de varias décadas
Usaron una herramienta conocida como «indicador rápido de Lyapunov» para detectar la existencia de colectores espaciales. La detección de estas regiones, junto a la información orbital de millones de órbitas, les permitieron modelar las perturbaciones generadas por los siete grandes planetas, desde Venus a Neptuno, e identificar la ruta seguida por las «autopistas» espaciales.
Por ejemplo, encontraron rutas que permiten a los objetos entrar en órbitas hiperbólicas, de escape del sistema solar, y llegar desde Júpiter a Urano y Neptuno en 38 y 46 años, respectivamente. De hecho, en tan solo un siglo la mayoría de los objetos alcanzan una distancia de 100 UAs (una Unidad Astronómica es la distancia que hay entre la Tierra y el Sol y equivale a 150 millones de kilómetros). En comparación, Plutón está a una distancia media de 39,5 UAs.
Este tipo de información permite estudiar cómo los cometas y los asteroides se pueden mover por el sistema solar y también tiene interés para diseñar futuras misiones interplanetarias.
Tal como han escrito en su artículo, será necesario hacer investigaciones más profundas para poder crear rutas que conecten los dos cinturones del sistema solar: el cinturón de asteroides (entre Marte y Júpiter) y el cinturón de Kuiper (más allá de Neptuno). Y todo sin olvidar el riesgo de las colisiones con su población de asteroides y cometas.
Fuente: https://www.abc.es/