Desarrollan medicamento que frena entrada del VIH a células

España.- Una proteína que el propio organismo produce de forma natural para defenderse de los virus ofrece la clave para combatir el sida de forma más eficaz. El péptido, denominado VIRIP, es la base sobre la que se ha diseñado un fármaco que ya se ha probado con éxito en ensayos clínicos en humanos en fase I y II y que podría estar listo en el mercado en un plazo de cinco años.

A diferencia de los antirretrovirales convencionales, el nuevo medicamento apenas presenta efectos secundarios y es capaz de escapar a la cada vez mayor resistencia que opone el virus VIH a los fármacos habituales que tratan de impedir que penetre e infecte a la célula.

Los resultados del trabajo que ofrecen una expectativa más que prometedora en el control de la enfermedad se publican hoy en la revista científica Science Traslational Medicine y corresponden a la investigación desarrollada por dos universidades alemanas, la de Ulm y la de Hannover, en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC.

Los científicos identificaron primero esta proteína en la sangre y comprobaron que impedía que el VIH inyectase su contenido a través de la membrana nuclear. O lo que es lo mismo, frenaba la entrada del virus en la sangre. Era la solución que se estaba buscando, pero existía un problema. Por sí solo, el péptido no servía como medicamento debido a su escasa eficacia. Fue entonces cuando se les ocurrió que la solución al problema pasaba por la síntesis de 600 variantes del VIRIP, hasta que encontraron una, denominada VIR-576, que presentaba una eficacia similar e incluso superior a la de otros fármacos contra el sida, pero con menos efectos secundarios.

«Lo que hicimos fue aumentar la potencia a un péptido que todos tenemos en el organismo para defendernos de determinados ataques virales y que, en su forma natural, no es suficientemente activo para protegernos de la infección por VIH», explica Guillermo Jiménez, el coordinador del equipo español que participa en el proyecto.

Lo que se ha demostrado es que el péptido VIR-576 bloquea una especie de arpón que la proteína del virus del VIH utiliza para penetrar en la membrana de la célula e infectarla. «El fármaco ?constata Jiménez? envuelve la punta de una especie de arpón que el virus clava en la célula que va a infectar. Como la punta del arpón no puede ser alterada por el virus, este no puede encontrar fácilmente atajos para hacerse inmune a VIR-576 y pierde, por tanto, su capacidad de infectar».

Aún es caro

El método es eficaz, pero en las condiciones actuales se enfrenta con un problema que impediría su uso en las poblaciones más afectadas por el sida: es caro y de complicada administración, ya que debe ser dispensado por vía intravenosa en los hospitales. «En las condiciones actuales ?resalta Giménez? no sirve para el Tercer Mundo». La solución que el equipo ha encontrado para paliar este problema pasa por encontrar un compuesto de bajo peso molecular, de tal forma que el fármaco pueda ser ingerido para su tratamiento como una píldora.

Mientras tanto, la spin-off farmacéutica nacida de la Universidad de Hannover, sobre la que recae el peso del proyecto, se encargar&aacuaacute; de gestionar en varios hospitales los ensayos clínicos en fase tres, los últimos antes de que el fármaco pueda ser lanzado al mercado.


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