De monasterio agustino a hotel de lujo: así es el mejor edificio de Holanda
Cada año, la Asociación de Arquitectos Holandeses otorga los premios a los mejores edificios del país. Este año el premio del público ha recaído en el proyecto Domusdela-Marienhage, de los arquitectos holandeses Diederendirrix Architects y Architecten EN EN.
El complejo Domusdela es un antiguo monasterio agustino del siglo XI convertido en hotel y centro de ceremonias ubicado en el centro de Eindhoven. Está compuesto por cinco edificios que poseen la categoría de monumento nacional y que han sido transformados en un espacio unitario y contemporáneo.
Gracias a una edificación moderna que sirve como entrada y distribuidor, las zonas del complejo están conectadas y se ha mejorado la accesibilidad y la luz. La iglesia agustina y la capilla de estudiantes son ahora un espacio para celebrar funerales, bodas, conferencias, charlas u otros eventos, mientras que la antigua escuela agustina acoge las instalaciones del hotel boutique y la cafetería.
El hotel Marienhage abrió sus puertas hace pocos meses y prevé completar algunas instalaciones como la zona de spa durante este año. El hotel aúna el diseño actual con la riqueza de lo histórico, creando habitaciones muy especiales donde se puede respirar la historia espiritual del emplazamiento. Lámparas de Studio Drift, sillas de Moroso, piezas de diseño con guiños a la impronta religiosa del edificio combinan a la perfección con un muro de 1628 o el altar central de la iglesia, colocado en un lugar muy visible del hotel.
Los colores de las paredes y las puertas se han elegido siguiendo los colores originales del monasterio, y las habitaciones han conservado los 4 metros de altura de sus techos. La figura de Eva, la manzana prohibida y la serpiente del paraíso están muy presentes en numerosos detalles del hotel.
El gran patio ajardinado, la Brasserie Rita y el restaurante De Refter, que abrirá próximamente bajo la dirección del chef con estrella Michelin Van Groeninge, están abiertos a todo el mundo, por lo que los habitantes locales también pueden disfrutar del encanto del pasado, en una ciudad donde apenas se conservan edificios históricos.
Fuente: https://www.elmundo.es/