!Cuidado te escuchan por teléfono!
¿Existe el Art. 44 de la constitución? o somos locos.
¿Será que estamos en los últimos tiempos apocalípticos? o ¿será que estamos ante el desprendimiento forzoso de nuestra ingenuidad ciudadana? Así empezamos la semana cuando al parecer todos nos encontramos alarmados y sorprendidos, porque el ministro de interior se despacha argumentando, que nos escuchan todas nuestras conversaciones telefónicas y que saben todo lo que hablamos por muestras aplicaciones, de nuestros teléfonos inteligentes.
Video donde el ministro hace sus declaraciones.
Este es un país que cosas peores de ahí pasan por nuestras narices y nos resultan parte de lo habitual, lo cotidiano o lo simple. NO debemos sorprendernos de eso, ellos se nos burlan en la cara y nos hacen ver como un simple rebaño que dirigen a su antojo, mientras les sigamos proporcionando la lana que necesiten.
Hoy nadie sabe quien es un objetivo para los estamentos de seguridad del Estado y más cuando cualquiera del club de los 35, se sienten acorralado y atacado, por una sociedad mas consiente de los abusos y atropellos del poder. La conducta de nuestro ministro de interior, evidencia la arrogancia que se le caracteriza y la mística propia de algunos “que aclaramos no son todos”, de los que están al frente de la cosa pública o privada, que ya por lo vistos es lo mismo, tomando en consideración que el país se maneja como un patrimonio. Es ya un extremísimo conocido por parte de todos, que las autoridades utilizan los recursos tanto económicos como humanos del Estado, para labores de inteligencia que ¡para nada son legales y menos inteligentes! para saciar la necesidad de control de sus rebaños de súbditos y casi probable hasta el teléfono de su mujer, si existen ‘sospechas’ razonables, de que al parecer también podría estar atentando contra la república y su régimen democrático, cosa que seguro justificaría dicha acción.
Hoy en día se está hablando seriamente sobre la violación constante al artículo 44 de la constitución de la república, derecho a la intimidad y el honor personal. La manera descarada y las formas con que lo hacen miembros del Estado, es un problema que debe ser analizado y puesto en discusión por nuestra sociedad. Entendemos que la defensa del Estado asi como la seguridad y el orden público, deben ser un objetivo de los gobiernos, pero no más allá de las razones que resulten lógicas y prudentes, por parte de la autoridad.
Necesitamos la intimidad y vida propia para garantizar un verdadero desarrollo de nuestra personalidad, el libre ejercicio del pensamiento y culto así como las de otros derechos que nos resultan fundamentales, para la buena convivencia social. Tenemos que abrir los ojos y seguir adelante en el proceso de construcción de la institucionalidad.