¿Cuántos kilómetros puedes circular con el depósito del coche en reserva?

Conducir con el depósito de gasolina lleno proporciona mayor seguridad y permite planear una ruta sin tener que estar pendiente de encontrar una estación de servicio de camino. En verano, una época en la que solemos viajar más en coche, es posible que acabemos apurando la reserva de combustible por la impaciencia de llegar a nuestro lugar de residencia, lo que al final acaba resultando estresante si se da la circunstancia de que hemos dejado atrás las vías principales y nos adentramos por carreteras comarcales o locales donde no es tan fácil dar con una gasolinera.

Llegados a este punto la angustia por saber si el combustible nos alcanzará para llegar a nuestro destino se apodera de nosotros, ya que es difícil saber cuántos kilómetros podremos recorrer con el depósito del coche en reserva. No obstante, en el peor de los casos es posible cubrir alrededor de 50 kilómetros con el testigo encendido y, dependiendo de las características del coche, la distancia se alarga hasta los 120 kilómetros. El rango de kilómetros varía en proporción con el tamaño del coche: un utilitario, por ejemplo, tiene menos autonomía con la luz del testigo encendida que una berlina de grandes dimensiones que alberga un depósito con mayor capacidad.

Si bien en las especificaciones técnicas del vehículo el fabricante detalla los kilómetros que se pueden recorrer con la reserva de combustible, hoy en día es más fiable consultar la información que nos proporciona el sistema de infoentretenimiento de nuestro propio automóvil. De este modo dispondremos de datos actualizados, que fluctúan en función del modo de conducción, ya que no es lo mismo estar circulando por una vía rápida a velocidad de crucero que ascender un puerto de montaña, con el coche sobrecargado y con el aire acondicionado funcionando a pleno rendimiento.

Las autoridades de tráfico recomiendan que en todo momento estemos vigilantes sobre el nivel de combustible de nuestro vehículo y que cuando el chivato nos avisa de que vamos circulando con la reserva acudamos a una gasolinera para rellenar el depósito. Además de proporcionarnos mayor tranquilidad al volante, al llenar el depósito conseguiremos que la quema de combustible sea más limpia. La falta de líquido hace que se concentre una mayor cantidad de oxígeno en el tanque y que se quemen las impurezas que se concentran en el fondo del tanque y que pueden afectar a los filtros y, consecuentemente, perjudicar al motor. Además, con el depósito vacío la evaporación del líquido es mayor.

El riesgo de quedare sin combustible en la carretera supone un quebradero de cabeza para quien lo sufre. No solo ve como se trastocan todos sus planes, sino que encima puede ser multado, no por el hecho de quedarse tirado, sino por las consecuencias que se derivan de esta falta de previsión. Lo primero que se debe hacer es apartar el vehículo de la calzada, según indica el artículo 90 del Código General de Circulación, estacionándolo en el lado derecho y dejando libre la parte transitable del arcén. No hacerlo, lo que no siempre es posible porque no podemos desplazar el vehículo o porque no hay espacio suficiente para apartar el coche, puede comportar una multa de 200 euros.

Otra situación en la que podemos ser multados al quedarnos sin combustible es que se nos acuse de conducción negligente. Estamos otra vez en lo mismo, la multa no será por la negligencia que supone ponerse al volante por esa falta de previsión sino por el peligro que conlleva desplazar el vehículo sin control. Eso es lo que ocurre cuando el motor se apaga por falta de gasolina o gasoil: la asistencia de la dirección y los frenos no se activan, por lo que el coche circula a su merced hasta que se detiene. Por esa razón es tan peligrosa la práctica que tienen algunos conductores de circular cuesta abajo en punto muerto, ya que como recoge el punto 3 del código de circulación se pone en peligro al conductor y a los ocupantes del propio vehículo como al resto de usuarios de la vía al carecer del control sobre el automóvil. La conducción negligente está sancionada con 200 euros de multa.

Por último, aún existe un tercer escenario en el que el usuario de un vehículo puede ser sancionado por quedarse sin gasolina. Si se da el caso de que cerca del lugar donde se encuentra el afectado hay una gasolinera y se desplaza a pie hacia allí debe saber que no le servirá cualquier recipiente para transportar el carburante, sino únicamente los que están homologados para el transporte de mercancías peligrosas. Así que cuidado con utilizar la primera botella o garrafa que tenga a mano porque la sanción que le podrán imponer los agentes de la autoridad oscila entre los 2.000 y 3.000 euros. Si no se dispone de un recipiente homologado, hay que adquirir uno en la gasolinera para servirse el combustible y transportarlo adecuadamente hasta el vehículo.

Conviene recordar que el conductor afectado tiene la obligación de advertir a los demás automovilistas sobre la presencia de un vehículo averiado en la vía pública mediante los triángulos de señalización. Si no lo hace, se le sancionará con 80 euros. Para colocarlos, deberá salir del vehículo con el chaleco reflectante, cuyo uso es obligatorio. De no hacerlo, se expone a recibir una multa de 200 euros.


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