Controladores aéreos se dividen hasta los tuétanos

Por: Yovanny Antonio Vargas

Santo Domingo.- Los otrora todopoderosos controladores aéreos se encuentran enfrascados en una profunda división, que podría afirmarse que llega hasta los mismos tuétanos.

La muestra más evidente de esa escisión en la pasada monolítica unión que les distinguía y caracterizaba, ha sido la creación de un gremio diferente a la Asociación Dominicana de Controladores de Tránsito Aéreo (ADCA), y que se denomina Unión Profesional de Controladores Aéreos Dominicanos (UPCAD).

Un hecho irrefutable es que los intereses dividen hasta a las mejores familias. Y no hay dudas que la prolongada permanencia en cargos gerenciales de quienes en el pasado fueron los más aguerridos promotores de conquistas laborales, ha generado un significativo y evidente cambio en su estatus económico-social que también ha calado en lo más profundo de su psiquis.

Y paradojas de la vida: quienes ayer agitaban la antorcha, con un discurso incendiario y blandiendo el arma de la huelga y el paro; hoy no sólo discrepan, si no que hasta combaten el más mínimo asomo de disidencia o reclamo.

Las contradicciones son de tal magnitud que, sin caer en un marxismo trasnochado, se podría analizar que se trata de una lucha de clases.

En esta guerra sin cuartel, las acusaciones y contraacusaciones han sido constantes. Desde la ADCA se asegura que existe un supuesto hostigamiento, pero que lo en el fondo se persigue sería la privatización de los servicios de tránsito aéreo.

De esto último ser cierto, se estaría hablando de un negocio redondo que involucraría cientos de millones de pesos, y que los “inversionistas” que resultaran “agraciados” sólo tendrían que sacar de sus bolsillos el cuantioso capital de RD$0.00 (dicho de otra manera, cero peso y cero centavos).

ASCA es su talón de Aquiles

Contar la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas (ASCA) con los modernos simulares, y los pensum aprobados para impartir la carrera de control de tránsito aéreo, le quita mucha fuerza al intimidante recurso de la paralización de un servicio vital como ese.

En caso de una huelga, aparte de que no sería de todo el personal, pues los miembros de UPCAD no la apoyarían, sólo bastaría con un adecuado plan de contingencia, que puede incluir la contratación temporal de técnicos extranjeros; mientras que en la ASCA se entrenarían de manera acelerada el personal de reemplazo, que podría ser de extracción militar en un alto porcentaje.

No hay dudas, en caso de crisis creada por ellos, para la ADCA su talón de Aquiles es la ASCA.


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