Conoce a Zacua, la primera marca de autos eléctricos de México

Zacua, la primera marca de autos eléctricos mexicana, nació del ingenio de Jorge Martínez hace más de veinte años. El empresario trabajaba como director de la empresa de estacionamientos más grande del país, y al ver el exceso de vehículos que circulaban comprendió que el mundo de la movilidad tenía que cambiar.

Martínez imaginó el primer auto eléctrico fabricado en México, se asoció con ingenieros eléctricos y mecánicos, y nombró a la empresa Zacua en honor al ave favorita del emperador Moctezuma II del siglo XVI. En 2018 abrió su primera planta de producción, en el estado de Puebla.

Los primeros vehículos de prueba de Zacua se entregaron ese mismo año, y desde entonces su equipo ha estado perfeccionando los modelos. Pero el proyecto no ha estado libre de obstáculos: existen otras marcas de países del primer mundo que tienen trayectorias más largas y mayor presupuesto, y Zacua tiene que hacerse un nombre desde cero. En México, sin embargo, cuentan con una comunidad de usuarios que apoya el proyecto y que ha estado detrás de cada paso, probando y ayudando a mejorar el carro.

Zacua tiene actualmente dos modelos en la línea de producción, el MX2 y el MX3, ambos cuestan 599,000 pesos mexicanos ($30,500 dólares) y la empresa tiene la posibilidad de subsidiar una parte del precio para sus usuarios (con alrededor de $2,500 dólares). Sus coches compactos se presentan como vehículos urbanos, con una autonomía de 160 km y baterías que, según se afirma, son capaces de realizar 3.000 ciclos de carga completa, lo que se traduce en una vida útil estimada de ocho años.

A su favor está el hecho de que América Latina en los últimos años ha tenido un crecimiento moderado de los autos eléctricos, con más de 10,700 automóviles eléctricos activos en 2020. Numerosos países tienen incentivos para los vehículos eléctricos, como exenciones o descuentos en las ventas, impuestos ambientales y de importación.

Además de México, Bolivia, Brasil y Argentina ya cuentan con sus propias versiones de vehículos eléctricos locales. Sin embargo, el alto costo de los autos eléctricos sigue siendo un obstáculo para la mayoría de los consumidores latinoamericanos, y para sus productores locales, muchos de los cuales han tenido más pérdidas que beneficios hasta ahora.

Pero Zacua ha tenido una acogida positiva y a principios de este año el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard llegó a la mesa de electrificación de la movilidad México-Estados Unidos a bordo del Zacua, una clara muestra de apoyo a la marca mexicana. A medida que aumenta el interés por el trabajo de la empresa, desde Diálogo Chino hablamos con Nazareth Black, CEO de Zacua para aprender más sobre los orígenes del auto mexicano y sus proyecciones.

Diálogo Chino: ¿Para ti qué es Zacua?

Nazareth Black: Más que una marca, Zacua es un estado de ánimo. Todas las personas tenemos necesidad de movernos y cuando tú te subes a un Zacua, te metes en un estado de ánimo muy positivo de decir “me estoy moviendo y ya no estoy contaminando”. Nosotros como especie nos estamos suicidando con los autos que elegimos usar.

Estamos eligiendo el arma que está acabando con nosotros. Todas estas acciones que podemos tomar, es para aumentar nuestras probabilidades de aumentar nuestra supervivencia y que los que vienen puedan sobrevivir en un ambiente con la mejor calidad posible. Zacua además es el nombre de un ave, era la favorita del emperador Moctezuma que es importante en la historia de México. Y entonces cómo es un proyecto mexicano y buscamos proyectar nuestro país a nivel mundial, nos da la oportunidad de poder empezar conversaciones acerca de nuestra historia.

¿Cómo fue el proceso de desarrollar la tecnología?

La electrónica del coche se desarrolló en casa, en la planta con nuestros ingenieros. Entonces tenemos independencia tecnológica, es decir que somos dueños de esa tecnología. Y eso me parece un logro extraordinario. Es nuestro primer intento, siendo una empresa pequeña y emergente.

Dentro de la comunidad con experiencia internacional de industria 4.0 somos la estrella, han venido muchos países a conocer el proyecto. Tenemos ese reconocimiento. “¿Cómo lo hicieron?”, nos preguntan. Obviamente sabemos que tenemos que mejorar mil cosas, pero eso es toda la vida que está en constante mejora. En el equipo interno contamos con mecánicos, ingenieros eléctricos, ingenieros mecánicos. Hasta yo, todos terminamos haciendo equipo y sacando esto adelante.

¿Cómo fue la experiencia de los primeros autos que salieron a las calles?

Para nosotros al principio contamos con el apoyo de una ronda de family and friends. Porque al inicio ¿quién te va a comprar? Tu primo, tu mejor amigo, tu marido que dice “yo voy con ustedes”. Porque no somos una marca que tenga un respaldo, una historia. No hay un background donde digan, por ejemplo, “un Toyota funciona de esta forma” y nosotros somos muy conscientes que no tenemos eso.

Los primeros sabían que iban a literal venir a trabajar con nosotros más que comprarse un coche porque ya lo estamos sacando del sueño, ahora es ve y pruébalo y dime si jala y funciona como creemos. Después se sumó otra gente que decía yo quiero uno y les decíamos, la primera ronda es solo familia y amigos. Y varias otras personas que dijeron yo quiero, yo le entro a ser piloto de pruebas con ustedes. Así llegamos a los 50.

¿Qué problemas encontraron y qué ha ido cambiando?

Al principio salieron cositas, no de temas mecánicos. A mí lo que más me importaba era que el coche no se quedara tirado. Eso ha sido buenísimo y hemos ido mejorando cosas. Ahora es más como taller de experimentación. A alguien se le ocurrió desarrollar una pantalla y todo el coche lo gestionamos desde la pantalla, es totalmente touch. Eso es nuevo.

Cuando comenzamos las transmisiones las traíamos de fuera. Ahora la hacemos en la planta. Queremos que todas las piezas sean mexicanas. En eso hemos estado en estos años: trabajando en temas de proveeduría. Y trabajando con los que tienen coches rodando. Los coches van tres años y medio desde que se empezaron a entregar y por el momento no tenemos un choque, o llanta ponchada. Estamos en plena construcción de una base de datos, de información. Hay cosas que sí tenemos y cosas que no.

¿Cómo funciona el modelo económico?

Nadie que esté vendiendo autos eléctricos gana dinero. Hoy no es un negocio. Probablemente será un negocio en algún momento, pero todos los que estamos aquí, primero, no vivimos de esto y segundo, no estamos esperando que sea negocio rápido, ni estamos esperando ganar dinero, y nosotros no somos la excepción.

Es una empresa familiar. Pertenece a un grupo de empresas. Hoy estamos en levantamiento de capital. Así son todos los negocios. Para los nuevos negocios tienes que invertir. Todo nos sale más costoso que una marca global. Porque por ejemplo si yo compro 50 volantes, por ejemplo, Ford compra 5 millones. ¿A quién le va a salir más barato? Para nosotros hoy todo es más costoso. Por eso prácticamente no tenemos utilidad.

¿Qué se viene para Zacua?

Ahora estamos trabajando en otros prototipos: vehículos utilitarios para entregas de domicilio y vehículos de reparto. También, hoy en día vienen muchas empresas extranjeras para trabajar en México porque es barato ensamblar acá. Entonces hay una oleada de muchas marcas que son proveedores y marcas de autos que dicen, “me conviene ensamblar acá” y luego entrar a territorio Canadiense o Norteamericano. Entonces ¿por qué no hacemos una plataforma de servicios y les damos servicio? O los vemos como competencia o colaboramos y monetizamos. Nosotros ya tenemos una estructura. Tenemos armadora, hacemos ensamblaje para otros carros. Podemos ofrecer más certeza y confianza para los que necesiten nuestros servicios.

Fuente: https://dialogochino.net/


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