Con el turismo y el arte, un barrio de Caracas se quita la etiqueta de “zona peligrosa”

San Agustín es un barrio situado sobre colinas en el centro-sur de Caracas, al que se puede acceder fácilmente desde Parque Central ―la estación ubicada en la parte baja de la ciudad― con el Metrocable, un sistema de teleférico integrado al metro de Caracas. Sin embargo, históricamente, muchos caraqueños han evitado visitar este lugar relacionado con la violencia y la inseguridad. Un estereotipo que los propios habitantes de San Agustín logran poco a poco derribar gracias, en parte, a un recorrido turístico que muestra la cultura, el arte y la gastronomía del lugar. Se llama Cumbetour.

“Hemos pensado que el barrio tenía potencial para el turismo. Somos unos locos enamorados del barrio, orgullosos, y queremos mostrarlo”, cuenta Reinaldo Mijares, un referente cultural de 55 años, que ha desarrollado su carrera en la danza contemporánea y la docencia.

San Agustín es una parroquia (en rigor, así se denomina en la división territorial de la ciudad lo que aquí se conoce como “barrio”) con casi 50.000 habitantes, que a su vez se divide en dos partes, norte y sur. El Cumbetour funciona en esta última zona, que recibió a mediados del siglo pasado una ola migratoria de personas que vivían en el interior de Venezuela, principalmente en las regiones costeras donde se cultiva cacao. “Es un barrio multicolor con una gran afluencia afro”, resume Mijares, descendiente de migrantes que llegaron de la costa de Barlovento. Y aclara: “Es una especie de barrio-pueblo, con una identidad propia, porque la gente vino a la ciudad con sus tradiciones”.

Los habitantes de San Agustín lo nombran “el barrio cultural y musical de Caracas”. En los cerros se encuentran distintas organizaciones populares que, en palabras de Mijares, entienden al arte como “una herramienta de transformación social y de la calidad de vida”.

El tour

En 2016, convencido del potencial turístico de su parroquia, Mijares logró que la Alcaldía de Caracas le diera a la Organización 100 % San Agustín, que lleva adelante actividades culturales, un stand en la Feria del Libro de la ciudad. Al llegar al barrio, les dijo a sus vecinos: “Tenemos 15 días para armar la ruta de turismo”. Ese año se hicieron dos recorridos de prueba. Al siguiente, con algunos ajustes, el tour tomó su forma definitiva. “Fue un boom, gustó muchísimo”, recuerda Mijares.

“Identificamos qué lugares visitar, pero el mejor ajuste fue comenzar a ver cómo participaba el barrio de esta ruta”, reflexiona el referente sobre los aciertos que ayudaron al éxito del emprendimiento que ya lleva cinco años desde su lanzamiento formal.

El nombre Cumbetour responde a la impronta afro del barrio. “Cumbe eran los pueblos de hombres y mujeres que lograban escapar de la esclavitud en la colonia; se iban monte adentro y fundaban pueblos de personas libres. Decimos que San Agustín aún hoy es un cumbe para la paz y la libertad”, explica Mijares.

Este año, el Cumbetour recibió dos nominaciones en la primera edición del Premio Nacional del Turismo de Venezuela, en las categorías Turismo Cultural y Turismo no Tradicional. Mijares aclara:”Nos interesa verlo como nominaciones a todo el barrio y no solo a la ruta. La iniciativa ha sido exitosa porque tiene lo auténtico del barrio. Muestra su música, danza, gastronomía. Sobre todo, muestra la alegría de su gente”.

El recorrido se hace dos veces por mes y cuesta 30 dólares. Dura cinco horas, durante las cuales los visitantes se suben al metrocable, aprenden sobre la historia del lugar, visitan miradores con vistas panorámicas de Caracas, recorren espacios urbanísticos restaurados con murales (como el Guaguancó de Colores y el Afinque de Marín) y participan de conciertos de agrupaciones locales. En la cuenta del tour en Instagram también se promociona “parranda en vivo en todo el paseo”.

Además, la gastronomía es una parte central del recorrido. Incluye una cerveza y cata de licor de cocuy y guarapita de fruta, dos bebidas alcohólicas típicas de Venezuela. También una empanada margariteña, que se anuncia como “la mejor de Caracas”. Y degustación de cuatro dulces tradicionales, como cafunga o buñuelos de yuca.

“Es una ruta productiva autogestionada en la que logramos vincular a mucha gente y organizaciones del barrio, más allá de que la organiza formalmente 100 % San Agustín”, señala Mijares. Así, músicos, bailarines, cocineros y promotores del barrio reciben su pago por su participación en el tour. Por eso, para que salga cada dos semanas, tiene que haber al menos 25 personas inscriptas. En general, no bajan de 30.

Mijares explica que la ruta del turismo es un proyecto más entre los varios programas llevados adelante por las organizaciones del barrio nucleadas por 100 % San Agustín. Por ejemplo, también se organiza un festival de cine y otro de danza, y se brindan formaciones para niños y niñas en artes diversas, como danza, música y fotografía. Algunas de las organizaciones involucradas son La Calle Es de los Niños, Grupo Madera, Cátedra Permanente para el Estudio de la Poesía Popular, La Parranda de Mundo y Son Mondongo.

Un lugar seguro

“Ambiente grato y seguro para toda la familia”, anuncia el Cumbetour en su cuenta de Instagram. Con este emprendimiento, los vecinos de San Agustín buscan dejar atrás la etiqueta de “barrio peligroso”.

“En los 90 llegó a ser el tercero más peligroso de Caracas, con altos niveles de violencia. Pero hemos logrado una transformación desde el trabajo cultural”, afirma Mijares y cuenta que Emilio Mujica, un activista social histórico del barrio, se abocó a hablar con jefes de bandas de jóvenes. Y que, en paralelo, las organizaciones culturales reclamaron seguridad para los niños en las calles, ya que muchos habían sido heridos y hasta habían muerto por las acciones de estas bandas.

“No se los trató como malandros, sino como jóvenes del barrio que andaban en algo malo. No se hizo un juicio violento, sino que se hizo un llamado al barrio para señalar que era mejor otra forma de vivir. Así, el trabajo cultural ha permitido bajar los niveles de violencia”, explica Mijares.

Por ejemplo, dice que una de las más peligrosas bandas se convirtió en el Centro Cultural y Deportivo Mi Futuro, que sigue activo.

Mijares cuenta alegre: “El barrio ha logrado transformar sus condiciones de vida y se ha abierto a la ciudad. Decimos que construimos ciudadanía desde los valores del barrio, que entendemos que están ligados al arte: como la solidaridad, el respeto y el trabajo en equipo”.

El referente barrial destaca que la seguridad del tour la brindan los propios vecinos, que no es necesaria la presencia de la policía. Y que personas tanto de la propia ciudad como extranjeras han apreciado sin miedo la riqueza cultural de San Agustín.

“Jamás imaginé que disfrutaría tanto un paseo dentro de un barrio de Caracas. Esta ha sido una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras que he vivido dentro de mi desquiciada ciudad”, contó la periodista Victoria Torres Brito al hacer el tour.

“Hay gente de Caracas que nunca cruza por el barrio. Pero el tour los convida, les ayuda a entender que somos una sola ciudad”, destaca Mijares. También dice que “ver caminando al embajador de Suiza por la calle habla mucho de que somos un barrio abierto, de gente trabajadora, talentosa, alegre. Y esto rompe el paradigma del barrio como zona peligrosa”.

Para Livia Vargas, una docente que tomó el Cumbetour, se trata de “una forma de resistir a la exclusión, la invisibilidad y el silenciamiento”.

Fuente: https://www.infobae.com/


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