Cómo eliminar la picadura de mosquito según la ciencia

La pregunta es obvia y se escucha más a menudo en verano: ¿para qué existen los mosquitos? A pesar de tener una función en la ecología y puntuar muy alto en la tabla de caprichosos picando a algunas personas y a otras no, la realidad es que todos los hemos sufrido en la piel y en el oído. Para el sonido, hay diferentes formas de aislamiento, pero a la hora de resolver las picaduras… ¿qué recomienda la ciencia?

Hasta el momento se conocen cerca de 3.000 especies de mosquitos, aunque solo un pequeño porcentaje necesita ingerir sangre para el desarrollo de sus huevos.

Generalmente, la picadura de los mosquitos es inocua, pero en muchas ocasiones puede convertirse en el vehículo de transmisión de agentes patógenos y desencadenar reacciones adversas o como mínimo molestas. Esta respuesta es producida en su mayor parte por las proteínas que se encuentran en la saliva, según explican científicos de la Universidad Nacional de Colombia.

En este contexto, la saliva de estos insectos es importante, ya que les permite localizar los vasos sanguíneos e interactuar con la respuesta inmune de los para facilitar las infecciones. De hecho, allí pueden encontrarse algunos de los factores vinculados a la alergia a ciertas picaduras. La saliva es el vehículo en el que viajan ciertas proteínas que desencadenan el molesto picor.

El escenario ideal, obviamente, es evitar que nos piquen: lociones, ropa que nos cubra todo el cuerpo… las recetas son numerosas. Pero ¿qué hacemos cuando ya nos han picado? Actuar directamente sobre la saliva y las proteínas. Y la clave es desnaturalizarlas.

Las proteínas se desnaturalizan cuando pierden su estructura tridimensional, es decir, cuando se alejan de su forma natural. Al hacerlo pierden su forma, la estructura y, lo más importante, su función. Una de las formas más efectivas para desnaturalizarlas es con calor: aplicar una bolsa con agua caliente, calentar una bolsa de tela con un relleno adecuado o cualquier aplicación de una superficie con una temperatura de 50ºC en la zona, desnaturalizaría las proteínas y el picor desaparece en breve. Eso sí, cuidado de no provocar quemaduras.

También existe la opción de desnaturalizarlas por frío: por debajo de los 10ºC la mayoría de las proteínas pierden su estructura. Aquí también recomendamos precaución: no aplicar hielo directamente para evitar quemaduras.

Fuente: https://www.larazon.es/


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