Comer alimentos ultraprocesados incrementa el riesgo de sufrir depresión, según la ciencia
Los alimentos ultraprocesados son productos que han sido significativamente modificados a través de procesos industriales y que contienen ingredientes que no se utilizan habitualmente en la cocina casera.
Estos procesos e ingredientes pueden incluir la adición de conservantes, colorantes, aromatizantes y aditivos diseñados para mejorar sabor, textura, y prolongar la vida útil del producto.
A menudo, los alimentos ultraprocesados tienen un alto contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas, sal y calorías, mientras que son bajos en nutrientes esenciales como fibras, vitaminas y minerales.
Y si bien esta es la razón de que su consumo excesivo se asocie con un incremento en el riesgo de tener problemas de salud a nivel físico, como la diabetes o la hipertensión, poco se habla (o se conoce) sobre su influencia en la aparición de problemas mentales, como es el caso de la depresión.
Y es que su consumo excesivo puede tener efectos muy negativos en la salud mental pues aunque parezca que no existe una relación entre este padecimiento y la alimentación, en realidad sí puede ser un gran factor de riesgo para desarrollar problemas mentales.
Es así que el consumo de alimentos ultraprocesados ha sido asociado con un aumento en el riesgo de desarrollar depresión por diversas razones, entre las que se encuentran las siguientes, tal como señala un estudio de la Universidad de Granada en España.
• Contenido nutricional deficiente: Los alimentos ultraprocesados a menudo carecen de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra, que son cruciales para mantener una buena salud mental. La deficiencia de estos nutrientes puede afectar negativamente el funcionamiento del cerebro y el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina, que juega un papel importante en la regulación del humor.
• Alto en azúcares y grasas trans: Estos alimentos suelen ser altos en azúcares añadidos y grasas trans, que pueden desencadenar procesos inflamatorios en el cuerpo e influir en la depresión a través de mecanismos inflamatorios. La inflamación crónica ha sido identificada como un factor que contribuye a la depresión.
• Causan desbalance en la microbiota intestinal: La dieta juega un papel importante en la composición de la microbiota intestinal. El consumo de alimentos ultraprocesados puede alterar este equilibrio, y estudios recientes sugieren que cambios en la microbiota intestinal pueden afectar el eje intestino-cerebro, potencialmente influyendo en el estado de ánimo y el riesgo de depresión.
• Generan fluctuaciones en el azúcar en sangre: La alta carga de azúcares y carbohidratos refinados en alimentos ultraprocesados puede causar picos y caídas en los niveles de azúcar en sangre. Estas fluctuaciones pueden afectar el estado de ánimo y contribuir a síntomas de depresión y ansiedad en algunas personas.
• Estilo de vida: El consumo elevado de alimentos ultraprocesados puede ser un indicador de un estilo de vida sedentario o de estrés, que son factores de riesgo conocidos para la depresión. Además, puede indicar una falta de consumo de alimentos frescos y ricos en nutrientes que son beneficiosos para la salud mental.
Si bien es importante reconocer que la depresión es un trastorno complejo influenciado por múltiples factores, incluyendo genéticos, ambientales y psicológicos, una dieta saludable y equilibrada podría desempeñar un papel importante en la prevención y manejo de la depresión.
Priorizar el consumo de alimentos frescos y minimizar los ultraprocesados puede ser una estrategia útil para mejorar el bienestar mental.
Ejemplos de alimentos ultraprocesados incluyen:
• Bebidas gaseosas y azucaradas.
• Snacks empaquetados y golosinas.
• Comidas precocinadas que solo requieren calentamiento.
• Productos de panadería y pastelería industrial.
• Cereales azucarados para el desayuno.
• Embutidos y carnes procesadas como salchichas y nuggets de pollo.
• Helados y postres congelados.
Fuente: https://www.infobae.com/