Colombia quiere convertir el turismo en motor de crecimiento

Bogotá.- Colombia quiere convertir el turismo en motor de crecimiento, junto a la industria extractivo-petrolera y el sector tecnológico.

Hace tres años, cuando el presidente Juan Manuel Santos identificó las “cinco locomotoras del crecimiento” de su país, se refirió a los sectores de vivienda, infraestructura, agricultura, minero-petrolero y tecnológico, a los que hoy hay que sumar un sexto tren turístico al que la inversión española está cada vez más interesada en subirse. Para impulsarlo, además de las expectativas de paz en el país, Santos acaba de anunciar un nuevo plan de exenciones fiscales.

En un momento en el que el otrora potente sector turístico de la vecina Venezuela pasa por horas bajas por la crisis política y económica, Colombia se suma a países como Ecuador y Perú, que avanzan en la senda de dar al turismo un rol estelar en su futuro crecimiento. El presidente colombiano anunció días atrás, en su intervención en la Asamblea General de la OMT, un plan para promover la inversión en el sector. Un plan que reviste interés para la industria turística y hotelera española, de referencia para Colombia, país en el que varias firmas hispanas tienen planes de expansión en los próximos años.

Santos anunció que su Gobierno planea una exención de impuesto a la renta durante 30 años a la construcción de hoteles, siempre que se inicie antes del 31 de diciembre de 2017, tras señalar que “hoteles y restaurantes son el tercer sector que más recibe inversión extranjera”. “Hemos querido estimular aún más la realización de proyectos hoteleros y por eso damos a todo hotel que inicie su construcción antes del 31 de diciembre de 2017 una exención total de impuesto de renta durante 30 años sobre los servicios hoteleros prestados”, dijo.

Con esta medida, Colombia prevé estimular la creación de 300.000 nuevos empleos en el sector antes de 2018 y fortalecer destinos clave como Cartagena de Indias, el archipiélago de San Andrés; Santa Marta y alrededores y la zona cafetera. Y con la exención, Bogotá espera además, lanzar el ecoturismo, el turismo de negocios y eventos, el turismo de salud y el cultural. Sólo a nivel hotelero se han abierto desde 2010 en el país 175 establecimientos con más de 20.000 habitaciones. Y se espera que en los próximos cuatro años se consoliden otros 46 proyectos de inversión, algunos con capital español.

Compañías como Globalia acaban de anunciar nuevos proyectos en un país en el que, en el sector turístico, operan Hotusa, Meliá, NH, Pullmantur, Iberostar y otras. Air Europa comunicó la semana pasada que operará un vuelo directo diario Madrid-Bogotá desde junio de 2016, mientras que Iberia comenzó a operar el pasado julio vuelos a Cali y Medellín, que se suman a los de Bogotá. NH presentó en sociedad en Bogotá hace unas semanas la compra de la cadena colombiana Hoteles Royal, anunciada en primavera, lo que convierte al país andino en estratégico para el grupo.

Barceló, tras la compra de Occidental, ha entrado en Colombia y Sercotel, anunció en 2014 la apertura del Bogotá Plaza, el tercero en Colombia y ha avanzado que prevé 20 hoteles en 2015 y 2016, con Bogotá, Medellín, Pereira, Cali y Cartagena como puntos clave. Iberostar abrirá en Cartagena en 2016, mientras que Hotusa, que entró en 2014 con el Exe Bacatá de Bogotá, abrirá un segundo hotel en 2015-2016 en la capital bajo la marca Eurostars. Room Mate tiene planes de expansión en 2016 y Meliá, que tiene tres hoteles operados bajo la marca Tryp, prevé abrir en 2017 su Meliá Cartagena.

Para impulsar el turismo, Bogotá es consciente de que precisa, asimismo, mayores y mejores conexiones aéreas. “Para que lleguen más turistas necesitamos más conectividad y por eso avanzamos también hacia un país de cielos abiertos: cada mes se abren más rutas aéreas desde diversas partes del mundo, no solo a Bogotá, sino hacia ciudades como Medellín, Bucaramanga y Cali”, indicó Santos, quien recordó que en los úl¬timos años se han modernizado y ampliado 58 aeropuertos, entre ellos el capitalino El Dorado, (el tercero más grande de Latinoamérica y al que se dedicará una nueva inversión de 200 millones), además de aumentar las inversiones en vías como el proyecto 4G.

No obstante, Santos dijo que para relanzar el sector es preciso lograr una paz definitiva. “Con la paz se multiplicarán las oportunidades. El turismo será la industria más beneficiada porque aún mucha gente deja de venir porque estamos en la lista de países con conflicto interno armado vigente”, indicó.

Medellín, capital del WEF

La ofensiva en el sector turístico, que tiene lugar en un momento de expectación en el proceso de paz, se suma al anuncio de que la capital de la innovación colombiana, Medellín, será la sede del Foro Económico Mundial para América Latina en 2016. “Hace tiempo que la ciudad dejó de ser un referente de narcotráfico y violencia para convertirse en un referente del carácter innovador” del país, señaló Santos al hacer el anuncio. “Ahora nos siguen buscando por Pablo Escobar… pero ya no por el peligro y el crimen, sino para hacer películas”, ironizó, no sin recordar que hace unos años Medellín era considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo.

Colombia, además, quiere que el sector turístico se desarrolle en toda su amplitud, más allá de estancias de playa o viajes culturales, potenciando otros segmentos, algo que está contribuyendo a potenciar la pertenencia del país a la Alianza del Pacífico, ya que en los últimos cuatro años, los viajeros procedentes de Chile, Perú y México han crecido de forma exponencial. El pasado mayo, Colombia anunció un megaproyecto en el Caribe, el Kutay, destinado a turismo de salud y bienestar en ese balneario, que se convertirá en el primer gran clúster de servcios de bienestar en el país y con el que se pretende ubicar a Colombia en el circuito internacional del turismo de salud.

Colombia cuenta con un aumento del interés de las compañías turísticas españolas para acometer la mejora del sector en un país donde la inversión global de España en 2014 se elevó a 2.155 millones de dólares, con un crecimiento del 126% frente a 2013. La ministra de Comercio, Cecilia Álvarez ha destacado el potencial turístico que hay con España y ha señalado que nuestro país no sólo dispone de firmas de primer orden con gran know how, sino que también es la nación de la UE con más visitantes en Colombia (30%).

Desde la Asociación Hotelera de Colombia se destaca que existen muchas empresas españolas, sobre todo de infraestructura, ya radicadas en el país, si bien se matiza que aún no hay una concepción clara de las oportunidades que ofrece Colombia en turismo. “Fortalecer la percepción de seguridad, definir prioridades en planificación turística y mejorar la conectividad aérea entre Colombia y España son tres de los retos”, según esa asociación.

En 2014 Colombia recibió 4,2 millones de visitantes, superando la meta del Gobierno para 2010-14 (4 millones) e ingresando 5.000 millones de dólares. En el último decenio el sector registró un avance del 12,7% y se posicionó como la segunda actividad que mayores divisas genera tras la venta de minerales y petróleo. De hecho, el turismo, que representa ya el 5,9% del PIB, generó en el primer trimestre de 2015 1.450 millones (+16%), según ProColombia, que destaca que el país es el tercer mercado de Sudamérica que más reuniones internacionales recibió el año pasado.

Según este organismo, el plan es promover segmentos turísticos de alto valor, captar segmentos de viajeros cada vez más especializados y aumentar la base de empresas exportadoras de servicios turísticos. Bogotá se ha marcado la meta de ingresar 6.000 millones de dólares al año por turismo en el curso de esta legislatura.

El nuevo esfuerzo del Gobierno parte de una base discreta, pese a que la gestión y competitividad de la actividad turística en el país ha mejorado en el país en los últimos años, debido a la perspectiva de paz, pero también a los esfuerzos privados y públicos. El último informe del WEF daba cuenta del enorme margen de mejora que aún resta, al situar al país en el puesto 68 entre 141. La baja calificación en seguridad, infraestructura (aérea y portuaria) y el débil gasto público en turismo pesan sobre la actividad, en la que se elogia los precios competitivos y los recursos naturales como principales fortalezas.

Fuente: https://www.capitalmadrid.com


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